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LA PIEDAD BARROCA CONFRATERNAL EN ANDALUCIA 421 Y que por supuesto la cofradía tenía89 «una o más arcas donde poner la cera, ornamentos, libros y lo más que hubiere» y «todas las alhajas que hubiere, como casullas, estolas, paños, hacheros, hachas, féretro, libros, etc., se marcarán con las armas de San Pedro, y no se prestarán a persona alguna, sea de la condición que fuere, sino para el uso y gasto de los actuales hermanos y lo que se les ofreciere para sus padres, madres o hermanos, lo que les correspondiere, como cera pres­ tada». En plena sintonía con una sensibilidad religiosa que por entonces en la misma Andalucía 90 predicaba ardorosamente, por poner un ejem­ plo ilustre, el beato Diego José de Cádiz, para quien «aunque todas las gracias son dignísimas del más alto aprecio, ya por ser dones de Dios y ya por los fines a que se dirigen, con todo no lo son tanto como la gracia final, que es acabar el justo su vida en la amistad del Se­ ñor» 91, a pesar de lo cual, y de ahí la continua vigencia de los sufra- 89. CE 20, «de las alhajas de la hermandad». 90. Aprovechamos la ocasión para dejar sentado que el estudio de las co­ fradías es una buena piedra de toque para la comprensión de la armonía de lo local y lo universal en la Iglesia. De su entronque concreto en cada lugar sería superfluo argumentar; y en cuanto a la otra dimensión, ya dijimos de la vinculación a la Minerva de Roma de las sacramentales cual la sevillana que hemos estudiado. Otro caso es la del Rosario, en tomo a la cual vamos a citar dos testimonios bibliográficos andaluces, a saber: Excelencias del ro­ sario de la Santísima Virgen y de su augusta cofradía, Sevilla 1844; y La co­ rona de la madre de Jesús. Excelencias del santísimo rosario de la Santísima Virgen y de su augusta cofradía; publicadas por la Asociación al Rosario Per­ petuo, guardia de honor de María , establecida en la iglesia de Santo Domingo de la ciudad de Ecija, Ecija 1866. El autor es fray Domingo Díaz. 91. Jesús, Maña y José. El sacerdote fiel, que siempre hizo la voluntad de Dios y ordenó su vida por el ejemplo de la de Jesucristo. Sermón fúnebre histórico-ascético-moral que en las solemnes exequias celebradas el día 18 de febrero de este año de 1786 en el religiosísimo convento, casa grande, de Nues­ tra Madre y Señora del Cannen, de la antigua y regular observancia, en la ciudad de Sevilla, con asistencia del excelentísimo señor don Alonso Marcos de Llanes, dignísimo arzobispo de dicha ciudad y su diócesis (sic), en sufragio y memoria del venerable padre presentado fray José de Santa Bárbara Ortiz de la Estrella, maestro, prior que fue de la misma casa, compañero provin­ cial y secretario de provincia en esta de los reinos de Andalucía, que falleció en el referido convento el día 3 de octubre del año pasado de 1785, con fama y créditos de santidad. Dijo el padre fray [...], misionero apostólico del Or­ den de Menores Capuchinos de Nuestro Padre San Francisco de la provincia de Andalucía (Sevilla, en la imprenta de Vázquez Hidalgo y compañía) (p. 226).

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