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4 1 8 ANTONIO LINAGE CONDE ejemplo, que se traducía en «cien cirios y cien velas de repuesto» para que «si lo determinara y previniera el superior de la parroquia o co­ munidad se hiciera procesión claustral» 77 en el último día del jubileo, o en «las cuatro hachetas» destinadas para acompañar el viático en las parroquias donde se asistía «para que convidaran los celadores a los hermanos que se hallen en la iglesia, y no habiendo bastantes se com­ pletarán con estos mismos, cuidando de que quede alguno para el ser­ vicio y cuidado de la oración». Pero no perdamos sobre todo de vista que en la hermandad matriz de la Villa y Corte la aspiración a consumar era el alumbrado incesante del sagrario 78, a saber: Interin las iglesias estuvieren abiertas se pondrán dos luces de cera en cañones de metal delante del sagrario donde se hallase reservado nuestro Soberano Dueño; y aunque la Congregación al tiempo de fun­ darse no se constituyó ni tampoco por ahora puede constituirse en la obligación de sostener el perenne alumbrado por no contar todavía con fondos fijas para este objeto, cuidará de que se verifique con las limos­ nas que ofreciesen voluntariamente los fieles y con las que se recojan en los cepillos que deben existir en las iglesias de la jurisdicción pa­ triarcal y en las demás donde concedan su licencia los señores curas párrocos u otros superiores. Para lo cual debía haber en ella a ese propósito «doce celadores del alumbrado de los santos sagrarios», entre los cuales se distribuirían «por cuarteles todos los sagrarios que hubiere» habiendo de distribuir­ les a su vez los mismos la cera para ello recibida del tesorero, «exami­ nar prolijamente el estado de los candeleros, la importantísima limpieza de los resortes y la de los cañones de la Congregación que se hallen en las iglesias» y «visitar a diferentes horas del día las iglesias de su de­ marcación que se hallen abiertas para cerciorarse de si estaba o no alum­ brado el Santísimo» y «noticiar a la Junta de gobierno los sagrarios que averiguaran encontrarse alumbrados por devotos particulares sin gra­ de reservar cuidarán también de tener prontos cuatro hermanos que con los cirios salgan con el preste, asistiendo con los dos que están en el altar hasta que se concluya» (LVS 37-38). 77. En relación con la nota 41, y la decadencia sobrevenida de la piedad procesional, véase el balance, de 1881 a su centenario, de G. O ury , Les congrés eucharistiques. Lille 1881 - Lourdes 1981, Solesmes 1980. 78. LVM 2, «práctica del alumbrado ante los santos sagrarios»; y 24, «de los doce celadores del alumbrado ante los santos sagrarios».

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