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LA PIEDAD BARROCA CONFRATERNA!. EN ANDALUCIA 405 Interesante para el conocimiento de las circunstancias locales de esta ciudad española ultramarina es la previsión del auxilio redentor en caso de cautividad ¿5; «si llegare el caso de que algún hermano fuere esclavo, a poder de infieles, convocará el hermano mayor prontamente toda la Hermandad, y juntos todos los hermanos se referirá el lastimoso suceso y el trabajo del tal hermano, y se discurrirán los medios más convenientes sobre sacarle de la esclavitud». Arriba aludíamos a las muy breves pero numerosas sentencias es­ criturarias que hacían de preámbulo a la literatura espiritual de las hermandades caritativas sevillana y gaditana. En la ceutí es nada más que neotestamentaria y concretamente johánnica, tal y como sigue: «Qui habuerit substantiam huius mundi et viderit fratrem suum ne- cesse habere et clauserit viscera sua ab eo, quomodo charitas Dei ma­ net in eo? Filioli mei, non diligamus verbo ñeque lingua sed opere et veritate\ in hoc cognovimus quoniam ex veritate sumus. Siendo todo fundamento de esta religiosa Hermandad un continuo desvelo carita­ tivo, es preciso valernos de los celestiales consejos del señor san Juan e imprimirlos en nuestros corazones para desterrar toda especie de pe­ reza en la observancia y cumplimiento de los siguientes capítulos». Y queremos destacar una alusión que a lo largo del articulado nos encontramos en cuanto nos denota la existencia de un cierto estilo con- fraternal in genere, cual cierta tipicidad de las hermandades sin más por encima de sus diferencias y particulares improntas. Efectivamente, «en la forma que lo hacen las cofradías», se dispone para las honras del primer aniversario de la muerte de los hermanos «con asistencia del reverendo cabildo, música y sin ministros» 36. Pero ya hemos de pasar a las parcelas más concretas. Notas barrocas de la devoción Tratando la Caridad de Sevilla de la fiesta de la Cruz de septiem­ bre 37 sienta que «se ha de hacer con toda la mayor solemnidad que nos fuere posible, con sus vísperas, misa, música y sermón, y se encarga a nuestro hermano prioste el aseo de los altares e iglesia, y demás nues- 35. CE 18, «del hermano que fuere esclavo». 36. CE 15, «del aniversario». 37 CS 20. Tenemos a la vista el Manual de exhortaciones, instrucciones y ceremonias para uso de la muy humilde y Real Hermandad de la Hospitali­ dad de la Santa Caridad de Nuestro Señor Jesucristo sita en su casa y hos­ pital del señor san Jorge de la ciudad de Sevilla, Sevilla 1916.

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