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EL IRRACIONALISMO ETICO DE WITTGENSTEIN 347 dones del propio autor. Evidentemente, para redactar estas páginas he tenido presente importantes trabajos que se han publicado sobre la éti­ ca de Wittgenstein y que oportunamente iré citando en las notas; mi interpretación va a resaltar el aspecto «religioso» de su ética —no su­ ficientemente recalcado por sus más conocidos comentadores en nuestro país— porque, a mi modo de ver, y este es el núcleo de las páginas que siguen, es desde su vertiente religiosa como mejor se descubre su irra- cionalismo ético. La mayoría de los artículos de filósofos españoles de­ dicados a la ética de Wittgenstein6, aunque son valiosos en muchos sen­ tidos, adolecen de cierta superficialidad al tratar las proposiciones witt- gensteinianas que poseen un marcado carácter «religioso». Es verdad que remiten a muchas de estas proposiciones a la hora de explicar la ética del filósofo vienés, pero no llegan a sacar las consecuencias que se derivan para la teoría ética en cuanto disciplina filosófica, ni las en­ lazan debidamente con el irracionalismo ético. A mi juicio, hay un cier­ to «pudor» intelectual en nuestro país a ofrecer una interpretación de­ masiado «religiosa» (e incluso cristiana) de la ética de este gran filó­ sofo. Mis reflexiones, en contraste con casi todos estos estudios de es­ pañoles, se centran en el aspecto teológico-religióso de esta ética. So­ bre él me apoyaré para dar una visión «coherente» de todas las pro­ posiciones éticas dispersas en sus polifacéticos escritos: diarios, tra­ tados, conversaciones, conferencias, observaciones y cartas. 2. E l s e n t i d o d e l a v i d a Las proposiciones que en Notebooks Wittgenstein escribe en distin­ tas fechas sobre el sentido de la vida sugieren lo siguiente: conciencia de la problematicidad de tal sentido, la posible desaparición de este problema y su comprensión en términos religiosos. A mi juicio, todo lo que en este cuaderno de notas o «Diario Filosófico» 7 se afirma so- 6. En nuestro país escasean los estudios amplios y detallados sobre la ética de Wittgenstein; conozco, además de los libros anteriormente citados que dedican algún capítulo a la ética, los siguientes artículos: J. F errater M ora , Wittgenstein, símbolo de una época angustiada, en Theoria 2 (1954) 33- 38 y Wittgenstein o la destrucción, en Obras Selectas, Madrid 1967, 225-235; J. H ierro P escador , La ética de Wittgenstein, en Aporia II (1966) 251-263; F . M ar ­ tínez D íez , El pensamiento de L. Wittgenstein sobre el lenguaje religioso y ético, en Studium XV (1975) 463-490; A. M oreno , Sistema y silencio en el 'Trac- tatus’ de Wittgenstein, en Sapientia 25 (1970) 11-20; I. R eguera , Wittgenstein1 : La filosofía y la vida, en Teorema XI (1981) 279-314. 7. Este es el título de la versión española: Diario Filosófico (1914-1916), Barcelona 1982, traducido por Jacobo Muñoz de la segunda edición inglesa

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