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EL IRRACIONALISIMO ETICO DE WITTGENSTEIN 377 cionalismo. Si el irracionalismo del 1.° Wittgenstein consiste, según hemos visto en anteriores apartados, en que el sentido de la vida, la felicidad y el sujeto volitivo remiten a «Dios», y por tanto, no hay pa­ labras para describir o exigir lo ético, sino que se «muestra» en la vida, el irracionalismo del 2.° Wittgenstein por su parte se encuentra, como acabamos de ver, en que le es imposible al hombre argumentar —tarea filosófica por excelencia— al margen de un código o «forma de vida» ya aceptado previamente. Y estas dos facetas del irracionalismo ético son las que, a mi modo de entender, subyacen a la teonomía que Witt­ genstein defiende porque la tesis «bueno es lo que Dios ordena», equi­ vale en el 2.° Wittgenstein a la tesis «bueno es lo que mi código (o forma de vida) ordena». 8. E l c a r á c t e r a b s o l u t o d e la é t ic a El carácter absoluto de la ética de Wittgenstein no queda manifiesto solamente en su teonomía, sino que en distintos lugares de sus escritos da a entender que aquello que consideramos «bueno» no puede ser de ninguna manera relativo o hipotético, sino siempre absoluto y categó­ rico. Por ejemplo, en su importante conferencia, para hacer ver a sus oyentes lo que considera el asunto capital de la reflexión moral, pre­ senta un número de expresiones más o menos sinónimas a fin de que se descubra los rasgos característicos de la ética; todas estas expresio­ nes pretenden ser una sustitución de la definición clásica de la ética que expresó con toda claridad el prof. Moore: «la ética es la investiga­ ción de lo que es bueno». Pues bien, aunque Wittgenstein no niega es­ ta definición, le parece mucho más exacto sostener que la ética es «la investigación de lo que es valioso o de lo que es realmente importan­ te»; también puede decirse que la ética es «la investigación del sentido de la vida o de lo que hace la vida digna de ser vivida, o del modo co- tein aceptó durante toda su vida las tesis éticas fundamentales del Tractatus y de Notebooks. De todas formas, en sus Philosophische Untersuchungen se desarrollan una serie de conceptos como los de «juegos del lenguaje», «gra­ mática» y «formas de vida» que además de su sentido lingüístico o pragmá­ tico podrían interpretarse en clave socio-moral y se desvelaría sus implica­ ciones éticas (algunas implicaciones científicas y éticas del 2.° Wittgenstein pueden leerse en J. M uguerza , Filosofía y Diálogo, en Simbolismo, sentido y realidad, Madrid 1979, 89-117). Esta tarea, aunque muy interesante, no voy a realizarla aquí porque tiene el peligro de distanciarse bastante de lo que el mismo Wittgenstein ha escrito y quizá forzaría demasiado una interpretación que seguramente no cabía en las intenciones del propio Wittgenstein. 8

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