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EL IRRACIONALISMO ETICO DE WITTGENSTEIN 373 Sobrenatural, en el fondo es entenderlo como la manifestación de la voluntad de Dios. Sabemos que para Wittgenstein el sujeto volitivo es el portador de la ética, y que la conciencia de cada sujeto es «la voz de Dios». Por tanto, la ética (o el sujeto volitivo) que es siempre so­ brenatural/trascendental se convierte en la expresión (Der Ausdruck ) de Dios, de lo divino, de lo Sobrenatural. Si la esencia de la ética, se­ gún el texto anteriormente citado, es la identificación de lo bueno con lo divino, esto significa, en otras palabras, que lo bueno es la voluntad de Dios. También desde este ámbito de identificación puede comprenderse mejor la siguiente afirmación: «Dios Hijo (o la palabra que procede de Dios) es lo ético» 19. Para Wittgenstein lo bueno/sobrenatural es la ex­ presión de lo divino/Sobrenatural. Pues bien, en la teología cristiana, a la que parece evidente que se está refiriendo, «Dios Hijo» es expre­ sión de la voluntad de «Dios Padre». El Hijo revela al Padre, como «lo ético» expresa «lo divino». Viendo al Hijo, que sería algo así co­ mo la personificación de lo ético/bueno, se desvela, se «muestra» (zeigt sich en terminología tractariana) lo que se ha llamado Dios-Padre, es decir, el sentido de la vida, objeto principal de la ética wittgensteiniana (recuérdese que Wittgenstein escribió: «podemos llamar Dios al senti­ do de la vida, esto es, al sentido del mundo» y compararlo con «un padre» — 11.6 .16— ). Con todo esto lo que quiero indicar es que la identificación de «Dios Hijo» con «lo ético» constituye la afirmación suprema de una ética teológica —en el sentido profundo rechazado por Schlick— según la cual lo bueno absoluto nos ha sido revelado-mostra­ do por Dios y por ello sobran todas las teorías; sólo nos queda vivir en concordancia con el Dios Hijo, que es, en definitiva, realizar el bien (recuérdese también que según Notebooks «vivir en concordancia con Dios» —voluntad extraña a mí o destino— era lo que Wittgenstein consideraba la vida feliz, es decir, la vida con sentido o vida buena). Sin embargo, no sólo los discursos filosóficos en torno a la ética son incapaces de referirse a la esencia de lo bueno, pues ésta es sobre­ natural o trascendente, sino que en virtud de la conexión ética-religión también el discurso sobre la religión o sobre el Dios Padre-Dios Hijo Wright in collaboration with Heikki Nyman, Oxford 1977, 3. Existe traduc­ ción de Elsa Cecilia Frost con el título de Observaciones, México 1981, 16. Igualmente, siempre que me refiera a esta obra, primero citaré la página del texto original alemán, y entre paréntesis la página de esta traducción es­ pañola. 19. Notes on Talks with Wittgenstein, 15 (35).

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