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366 ENRIQUE BONETE PERALES mente ha reactualizado: «¿Por qué hay ente y no más bien Nada?» 12. Es decir, el sentido del mundo no nos es accesible por el análisis de cómo es, por el conocimiento de sus características contingentes y fe­ nómenos casuales, sino en todo caso preguntando por su ser, por el he­ cho de que sea, de que exista. Si el sentido del mundo se encontrara en el mundo, lo fundamental para conocerlo sería la investigación de cómo es, pero para Wittgenstein «cómo sea el mundo es completamen­ te indiferente para lo que está más alto» (6.432). ¿Qué es lo que está más alto?: Dios; ¿qué sé sobre Dios? Nada, sugería Wittgenstein en Notebooks 11.6.16. Sin embargo, aunque poco o nada sabemos de Dios y del sentido, porque están «fuera» del mundo, sí podemos saber, por vía negativa, que si alguna relación hay entre el mundo y «lo que está más alto», ha de buscarse no en cómo es el mundo conocido por la cien­ cia, sino en el hecho de que haya un mundo que la ciencia pretende co­ nocer. Y si el «cómo» es el mundo se nos describe a través de sus par­ tes, fenómenos, y hechos que la ciencia puede conocer, el que sea (da? ist) es propio de una visión global y unificada inasequible a la ciencia, es decir, una contemplación totalizadora («metafísica») del mundo y no parcial («física»). Así parece indicarse en la proposición 6.45: «La vi­ sión del mundo sub specie aeterni es su contemplación como un todo — limitado— ». Esta última proposición se asemeja a las que en Notebooks presenta para hacer ver la relación entre estética y ética. En 7.10.16 escribe: «La obra de arte es el objeto visto sub specie aeternitatis; y la buena vida es el mundo visto sub specie aeternitatis. No otra es la conexión entre arte y ética». Es compleja la interpretación correcta de estas pro­ posiciones, pero lo que a mi juicio las clarifica es que la perspectiva de eternidad (como una forma de visión metafísica) puede ser considerada camo la característica que estrechamente conecta «lo místico» con la estética y la ética. Sin embargo, sobre lo que recae la perspectiva de eternidad es distinto en cada uno de estos conceptos análogos. ha estética, según lo dicho, podría consistir en contemplar «el ob­ jeto» (Gegenstand) desde fuera del mundo (ausserhalb), teniendo el mundo entero como trasfondo (Hintergrund); y así es como cualquier objeto queda convertido en obra de arte, distante de lo mundano y con­ tingente. Por su parte, la ética consistiría en contemplar, no los obje- 12. Was ist Metaphysik?, Frankfurt 1965, 42. Es bien conocida la traduc­ ción española de Xabier Z u bir i , ¿Qué es Metafísica?, Buenos Aires 1970, 112.

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