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350 ENRIQUE BONETE PERALES sentido del mundo: dem Sinn der Welt). Y con esta afirmación, Witt- genstein está diciendo, a mi juicio, lo siguiente: 1.°) si el sentido de la vida nos es incognoscible porque está «más allá» del mundo, lo bueno y lo malo serán también incognos­ cibles, por lo que la primera pregunta ética a que antes nos re­ feríamos podría ahora formularse así: ¿qué sé realmente sobre lo bueno y lo malo?; 2.°) hasta que no encontremos el sentido de la vida, lo bueno y lo malo —que dependen de él— nos resultan completamente va­ cíos de contenido, sin asidero alguno y máximamente relativos; 3.°) si alguna tarea pudiera ser la propia de la ética, no sería la del esclarecimiento de «lo bueno» —como ha sido históricamen­ te— sino el esclarecimiento de algo previo, como es el sentido del mundo o sentido de la vida. Y si a todo esto añadimos la afirmación de Wittgenstein que le si- que: «podemos llamar Dios al sentido de la vida, esto es, al sentido del mundo», puede de ahí deducirse: 1.°) que, como quedaba claro en la primera pregunta que Wittgens­ tein se formulaba, de Dios no sabemos nada, ni podemos decir nada significativo, por lo que, igualmente, no podemos saber nada del sentido, ni de lo bueno; 2.°) que, en última instancia, bueno y malo dependen de Dios, por lo cual hasta que no hayamos encontrado a Dios (o el sentido de la vida) no existe contenido ético alguno, lo bueno carece de fuente y asidero; 3.°) que si alguna tarea pudiera corresponderá a la ética ya no sería el discernimiento de lo bueno, sino un saber sobre Dios («teo­ logía»), del cual dependería lo bueno. En síntesis, lo que pretendo razonar es que si para Wittgenstein «lo bueno y lo malo dependen del sentido de la vida», y si además «po­ demos llamar Dios al sentido de la vida», de ahí se puede derivar que lo bueno y lo malo dependen de D ios ; tesis ética plenamente «teóno- ma» que Wittgenstein, al rechazar todo fundamento racional de la éti­ ca, ha ido defendiendo prácticamente durante toda su vida, como ten­ dremos ocasión de ver más tarde. Se indicó antes que nada podemos saber de Dios ni del sentido, es

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