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LA REFORMA DE LOS ESTUDIOS FILOSOFICOS 279 5) Cátedra de ética. Sus destinatarios eran los estudiosos de ambas jurisprudencias. El objeto de la misma se detalla minuciosamente: «la constitución de la filosofía moral, de la naturaleza del hombre en cuanto a sus cos­ tumbres, de su entendimiento, cuerpo, variedad de pasiones y vicios, señales características de sus inclinaciones, suma felicidad a que aspiran todos; bien y mal, Sumo Bien, efectos de éste, y medios de conseguir­ lo, conocimiento propio, resolución firme de enmendar las costumbres, y lucha que sufren cuantos desean lograr la verdadera felicidad». El autor a seguir sería Juan Teófilo Heineccius en sus Elementos de la filosofía moral; concluido el estudio de éstos, se pasaría al de sus Elementos del derecho de la naturaleza y de gentes, «modificando el ca­ tedrático las proposiciones que necesitan de moderación». Se cursaría esta asignatura durante dos horas diarias, una por la mañana y por la tarde otra8. Al título de catedrático de ética sólo podrían aspirar los doctores y bachilleres de ambos derechos que contaran con dos años de repaso público de la misma, y fueran bachilleres en artes. Los catedráticos de física experimental y ética se turnarían en la presidencia de sabatinas con los demás cada cuarto y quinto sábado, respectivamente. Todas estas cinco cátedras habrían de vacar de tres en tres años, no pudiendo obtenerse para más de un sexenio, «para que entren otros poseedores, y se anime la juventud a las tareas literarias, con el honor de catedráticos» 9. 8. Juan Teófilo Heineccius (1681-1741), manualista de larga divulgación: Elementa philosophiae rationalis et moralis ex principiis admodum eviden- tibus iusto ordine adomata (Francofurti a. O. 1728); Elementa iuris naturae et gentium, commoda auditoribus methodo adomata (Halae 1738). 9. AUZ, ms. 148, f, 318. La distribución del tiempo escolar para el estudio de la filosofía era ésta: de 8 a 9 de la mañana: Lección oral del catedrático. 9 : Misa en la universidad y, a continuación, paseo, de dos en dos, por el patio o luna, disputando sobre la lección del día u otras anteriores. 10 : Vuelta al aula, y preguntas del catedrático, corrección, reexplica­ ción de lo mal entendido, etc. de 2 a 4 de la tarde: Repaso de una lección de la semana anterior, unos en latín y otros en vernáculo. «Este método —se afirma— conduce a que los maestros puedan oír cada día a 18 ó 20 de sus discípulos, y semanalmente a más de 100, enterándose de su aprovechamiento y aplicación». Se establecían sabatinas y actos mayores de conclusiones todos los sábados en el teatro universitario y, al fin de curso, conclusiones impresas de toda la filosofía. Para que las cátedras de esta fa-

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