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278 GERMAN ZAMORA Estas materias deberían cursarse por uno de los siguientes auto­ res: Juan Bautista Duhamel (« Philosophia vetus et nova ad usum Scho- lae accommodata, et in Regia Burgundia pertractata»)\ se le prefiere por su claridad, erudición, integralidad, eclecticismo y tino para dis­ cernir lo probable de lo cierto. No menos valioso se juzga el compendio del curso filosófico del padre José Antonio Ferrari, tal vez «más aco­ modado para los cursantes». Y, en fin, «el del padre Goudin merece también igual aprecio» 6. Se antepone, por lo tanto, un curso ecléctico, y se deja la última opción para uno sistemático. 4) Cátedra de física experimental: su libro de texto tenía que ser «la física del caballero Roberto Boile» (sic), dedicando una hora por la mañana a su explicación y otra por la tarde a la solución de dificulta­ des. El repaso, al que se consagraría otra hora diaria, estaría a cargo de los bachilleres artistas y médicos designados por el rector y los cate­ dráticos de filosofía. Los ejercicios de oposición a esta cátedra se reali­ zarían por puntos de la obra de Boyle, teniendo acceso a los mismos únicamente aquellos bachilleres o doctores en medicina que hubieran presidido el repaso de dicha física al menos dos años 7. 6. En la decisiva cuestión de los textos filosóficos se legisla como sigue: «El curso oportuno para la enseñanza es el de Juan Bautista Du-Hamel, in­ titulado Philosophia vetus et nova ad usum Scholae accommodata, et in regia Burgundia pertractata, porque en él se tratan todas las partes de esta facul­ tad con claridad y erudición. Su autor distingue lo cierto de lo probable, y lo probable no lo sienta como cierto, tomando de todos lo que le parece me­ jor. El del padre Joseph Antonio Ferrari es un compendio excelente, más acomodado para los oyentes; y el del P. Goudin merece también igual apre­ cio: cualquiera de estas obras puede elegirse, dejando lo que induzca a par­ tido o facción, y atendiendo los catedráticos a exterminar con el criterio de la verdad el vicio de sostener como evidente lo opinable, que ha llenado de cuestiones contenciosas las escuelas» (i b i d f. 314). El curso ecléctico de Duha­ mel (1624-1706) apareció en París (4 vols., 1678); el de Ferrari (t 1775), fran­ ciscano conventual, Philosophia peripatética adversus veteres, et recentiores praesertim philosophos, firmioribus propugnata rationibus Joannis Dunsii Scoti subtilium principis, en Venecia (3 vols., 1746-47), donde fue reeditado dos veces más, y una cuarta en Madrid; el del dominico Antonio Goudin (1639-95), Philosophia thomistica iuxta inconcussa tutissimaque divi Thomae dogmata, en Lyon (4 vols., 1671). 7. Roberto Boyle (1627-91) no escribió propiamente un tratado de física, sino diversas obras «de materia médica»: The sceptical chymist (London 1661), Medicina hydrostatica (ibid. 1690), etc. Opuso una teoría corpuscular a la concepción aristotélica de la materia, cuyas masas se moverían mecánica­ mente según leyes exactas. En los planes de reforma universitaria se intro­ ducía el estudio de la física moderna, sobre todo, con vistas al de la me­ dicina.

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