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LA REFORMA DE LOS ESTUDIOS FILOSOFICOS 277 ro este módulo les parecía superado. La filosofía debía servir de pre­ paración también a las demás facultades mayores. Y esto exigía la crea­ ción de dos nuevas cátedras, la de física experimental, y la de ética. «La filosofía que se ha enseñado en esta universidad ha tenido por prin­ cipal y casi único objeto —escribían— a la teología, sin especial res­ pecto a las demás facultades mayores; y siendo preciso arreglar un modo de enseñanza a todas útil, ha juzgado conveniente el claustro au­ mentar dos cátedras». Como en los planes de otras universidades, la física experimental se consideraba una exigencia de la medicina, y la ética, de los estudios jurídicos. La índole, contenido y textos de estas disciplinas habrían de ser los siguientes: 1) Cátedra de lógica : obligatoria para todos los alumnos que qui­ sieran pasar a facultad mayor, por considerarse su estudio «útilísimo y aun necesario para la inteligencia y perfección de las otras ciencias». En ese primer año deberían estudiarse, como objeto de la lógica, no sólo las operaciones mentales, los términos y modos de saber, sino tam­ bién el origen de las ideas, criterio de verdad, forma de hallarla y ex­ ponerla, etc. El catedrático debería aplicar raedera a las cuestiones inú­ tiles, señaladamente a los entes de razón. De ese modo encontraría un hueco en ese primer año para «pasar a los rudimentos de la metafísica, e instruir a los oyentes en los primeros principios de nuestro conoci­ miento en general, y simples ideas de las cosas abstractas». Adquiridas por todos esas nociones en el primer año, pasarían los teólogos a completar la metafísica en el segundo, con el mismo catedrá­ tico, los juristas irían a cursar la filosofía moral, y los médicos la física experimental. El acceso a las clases de ambas era inválido para quien no fuera provisto de la aprobación del curso precedente, firmada por el profesor de lógica. 2) Cátedra de metafísica: con la mira puesta en su utilidad para la teología y moral reveladas, se instruirá a los asistentes en algunos problemas de la teología natural («conocimiento de Dios por sus cria­ turas y perfecciones infinitas»), de la psicología (conocimiento de las sustancias espirituales) —e.d., en la entonces llamada pneumatología— y en los fundamentos de la ética, «como preliminar útil a la moral». 3) Cátedra de «física racional »: para el tercer año de los aspiran­ tes a teología. Si el Consejo no dispone otra cosa «para desterrar todo parcialismo», explicará el catedrático los tratados De meteoris, gene- ratione et anima.

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