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PERCEPCION Y LENGUAJE 183 Así, Bloomfield2 define una forma lingüística como la situación que causa que el hablante la pronuncie y como la respuesta que produce en el oyente. La situación del hablante y la respuesta del oyente están es­ trechamente coordinadas gracias a las circunstancias que todos nosotros aprendemos para actuar ya sea como hablantes o como oyentes. Según esto, el significado podría ser definido simplemente en términos del es­ tímulo del hablante, es decir, la situación en que emite la expresión. Entonces tenemos una secuencia causal: la situación del hablante causa el habla, cuya situación define el significado de la expresión emitida. Bloomfield es consciente de las diferencias que existen entre situaciones en que usamos la misma palabra. La razón de esto se encuentra, a su juicio, en la distinción entre características no-distintivas de la situación y «el significado distintivo o lingüístico (los rasgos semánticos) que son comunes a todas las situaciones que contribuyen a la emisión de la for­ ma lingüística, tales como las características que son comunes a todos los objetos para los que los hablantes ingleses usan la palabra "apple” » 3. Por su parte, Morris4 nos ofrece una versión algo distinta cuando, dejando a un lado la situación que da lugar al habla, busca el significado de una expresión en la respuesta a la emisión de la misma. Dado que reaccionamos de muy diversas maneras ante la misma expresión —lo cual debe destruir consiguientemente la posibilidad de que una expre­ sión tenga un significado constante— , Morris introduce el concepto de «disposición a responder». No es necesario responder de formas mani­ fiestamente idénticas a una expresión dada. La constancia del significa­ do de una expresión está asegurada poniendo una disposición (oculta) para responder de idéntico modo. «Si algo, por ejemplo A, es un es­ tímulo preparatorio que, en ausencia de los objetos-estímulo que inician las secuencias-respuesta de una cierta constelación de comportamiento, causa una disposición en un organismo para responder bajo ciertas con­ diciones mediante secuencias-respuesta de esta constelación de compor­ tamiento, entonces A es un signo» 5. En este texto observamos que Morris añade una cualificación a su tesis de que la emisión de habla, aquí el «estímulo preparatorio», causa una disposición para responder, al añadir explícitamente «bajo ciertas 2. L. B loomfield , Language, London 1974. 3. Ibid., 141. 4. Ch. M o r ris , Signs, Language and Behaviour, New York 1967. 5. Ibid., 10.

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