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PERCEPCION Y LENGUAJE 2 0 1 como cosa de alguna otra clase» 26. Por esta razón no podemos dar sen­ tido a las palabras: «He identificado todas las cosas que hay». En ver­ dad, «ni siquiera podemos dar sentido a las palabras: «He identificado todas las cosas de esta habitación» 27. Si el conjunto de clasificaciones de una sociedad viene a ser simple­ mente el conjunto de categorías o conceptos según los cuales clasifica las cosas, podemos reemplazar «principios de clasificación» por «esque­ ma conceptual». Según esto, el tipo de libertad que trata Hampshire es una libertad conceptual. La libertad perceptiva será entonces la liber­ tad de ver lo que está físicamente ante nosotros en términos de cual­ quier esquema conceptual entre un número infinito de posibilidades. Pero además de esta libertad conceptual como libertad de clasifi­ car en el sentido indicado, está la libertad que tiene un individuo de ver a su manera lo que se le presenta en una determinada ocasión, sin salirse del marco conceptual o del sistema de clasificación de su socie­ dad. Así, por ejemplo, concentrándose en la expresión facial de alguien, puede no prestar atención a sus palabras. Sin desviarnos de nuestras reflexiones, cabe recordar aquí la insistencia de Sartre sobre la nada, porque hemos tocado el punto que el individuo qua individuo ocupa en la sociedad. Con relación a estos dos tipos de libertad perceptiva, veamos si es posible que los hablantes sean libres de ambos modos conservando al mismo tiempo un lenguaje común, o si alguna de estas libertades va contra la condición fundamental de tal lenguaje, es decir, contra el acuerdo perceptivo. En cuanto al segundo tipo de libertad, que se ejer­ ce dentro de un esquema determinado, es claro que todos la tenemos y participamos a la vez en un lenguaje determinado. El hecho de que en cierto momento me encuentre interesado por el acento de un inter­ locutor más que por el contenido de su discurso no significa necesaria­ mente que no pueda, si quiero, fijarme en el contenido y hablar de él de un modo inteligente. Ahora bien, si el individuo ha de seguir compartiendo un lenguaje sólo puede ser libre en dicho sentido bajo circunstancias apropiadas. Es comprensible que no me dé cuenta de que mi amigo se acerca si su llegada no es importante y estoy pensando en otra cosa. Pero no es comprensible que me pase desapercibido si su llegada es importante y de hecho le estoy esperando pendiente de ello. Añadiendo esta condi- 26 . Ibid., 19 . 27 . I b i d 22 .

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