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PERCEPCION Y LENGUAJE 191 consiguiente nos referiremos tan sólo a datos visuales. Nuestro modelo será el dato de un encerado bidimensional. El paralelismo entre el dato y el encerado de alguna manera se rompe, en la medida en que de he­ cho nadie afirmaría que tuvo alguna vez un conocimiento cierto y com­ pleto de un encerado. Pero tratamos aquí tan sólo de la posibilidad ló­ gica de una descripción completa y la analogía es suficiente para nues­ tro propósito. Para investigar la posibilidad de tener una descripción del encera­ do que sea la única completa, imaginemos que se le pide a alguien que dé una descripción de este objeto. Para ello esta persona puede men­ cionar varias cosas. Si se trata de un estudiante de latín durante la cla­ se, puede responder diciendo que «escritas en el encerado veo las pa­ labras "amo - amas - amat” ». El estudiante de geometría diría quizá: «veo un triángulo, un cuadrado, un círculo». Con otras palabras, no basta decir: «describe el encerado» o «dime lo que hay en el encera­ do», porque puede haber en él todo tipo de cosas y es preciso saber qué cosas se espera que mencionemos. No diremos al anticuario que nos señala la mesa que acaba de mencionar: «Sí, ya veo que la pared está desconchada», porque manifiestamente no nos está mostrando la pared. Así, cuando el profesor de latín pregunta: ¿qué hay en el en­ cerado?, de algún modo está señalando o indicando o preguntando pa­ labras latinas y no círculos o triángulos. Consiguientemente, «describe eso» o «dime lo que hay allí» son órdenes cuyo contenido, como el de «mira eso», depende de un contexto. Se describe sólo lo que se ve en un contexto o situación particular. Luego nuestra descripción de un tablero bidimensional siempre es sólo una entre varias descripciones posibles, y damos esta descripción más bien que otra porque es rele­ vante o importante dentro de la situación particular en que se nos pide. Siendo esto así resultaría poco apropiado pedir la descripción de un encerado sin acompañarla de una indicación del contexto. Y lo mismo habría que decir si se pide «la única descripción completa», siendo po­ sibles tantas. Ahora bien, cabe preguntarse si es posible hallar un significado pa­ ra tal petición, es decir, si es posible postular un contexto absoluto que la haga significativa. Si estuviéramos en el servicio de inteligencia y el enemigo hubiera utilizado el encerado, sería de sumo interés obtener una descripción completa del mismo con la información que pudiera contener. En tal caso, la orden de proporcionar «una descripción últi-

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