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190 MARIA DEL CARMEN PAREDES MARTIN Lo anterior plantea más claramente la cuestión de si es posible una descripción completa del dato sensorial. La respuesta debe ser igual­ mente afirmativa, dados un conocimiento completo del dato y la elimi­ nación de las dificultades lingüísticas. Cabe concluir entonces que han de poder darse descripciones de un dato sensorial no sólo exentas de error sino también completas. Ahora es cuando se plantea si es posible dar una descripción del dato sensorial que sea una descripción última, en el sentido de la úni­ ca descripción completa a la que nada puede añadirse. Sabemos que existe la posibilidad de una multitud de descripciones incompletas o parciales, descripciones que comprenden sólo una parte de nuestro co­ nocimiento del dato. Asimismo, son posibles una infinidad de descrip­ ciones falsas. Sin embargo, dadas las premisas de la teoría de los datos sensoriales nuestras descripciones pueden ser completas y sin error. Pe­ ro, ¿es posible tener más de una descripción de estas características? Así como cabe tener dos o más descripciones de la misma posición de ajedrez, así también sabemos por Frege que es posible definir en más de una forma completa el mismo punto de una figura geométrica17. Pero Frege también señaló que estos modos diferentes de definir o des­ cribir el mismo elemento correspondrían a diferentes modos de tener el elemento ante sí, que correspondían por tanto a diferentes modos de experienciar el mismo elemento, de verlo desde diversas perspecti­ vas. Sin embargo, cuando el filósofo de los datos afirma que aquí «esse est percipi», que el propio dato sensorial corresponde a la propia ex­ periencia que se tiene de él, excluye más de una experiencia del dato. Y a fortiori excluye igualmente el único modo posible de dar cabida a más de una descripción completa del mismo. Ha de concluirse pues que a partir de tales premisas es posible una descripción última, en el sen­ tido de la única descripción completa, del dato sensorial. Llegados a este punto conviene examinar críticamente esta teoría con el fin de intentar desmontar la implicación que acabamos de expo­ ner. Si ello se lograra, entonces por el proncipio de «modus tollens» la propia teoría sería asimismo refutada. Tomando como punto de partida al tesis humeana de que los ob­ jetos materiales tridimensionales se construyen a partir de datos bidi- mensionales —impresiones— , analizaremos ejemplos de este tipo y por 17. Cfr., p.ej., Lógical Investigations, Oxford 1977; Semántica filosófica: problemas y discusiones, Madrid 1973.

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