PS_NyG_1988v035n001p0065_0157

150 JOSE BULLON HERNANDEZ Nos situamos ahora en la Mater et Magistra y la Pacem in Terris. En este punto ambas son bastante sobrias. Veamos los textos: «los ciudadanos han de sentirse responsables de la defensa del bien común» (n. 96 de MM); «los gobernantes han de apelar a la conciencia del ciu­ dadano... para prestar su colaboración al bien común» (n. 48 de PT); «todos los miembros deben participar en el bien común... aunque en grados diversos, según las categorías...» (n. 56 de PT). Muy poco se puede comentar: prácticamente repiten lo de las anteriores encíclicas. Si algo hay que acentuar es la llamada a la colaboración para el bien común y la responsabilidad en el mismo; lo que significa que la bús­ queda del bien común ha de pasar por el interés y colaboración al mis­ mo en una presencia activa, haciendo algo en favor del mismo que se verá después. Mayor importancia tienen los números 74 de la Pacem in Terris , 26 y 74 de la Gaudium et Spes y 12 y 21 de la Octogésima Adveniens. Los ponemos relacionados porque hay elementos comunes y, a la vez, puede observarse el avance de unos y otros. La Pacem in Terris en el citado número matiza la búsqueda y cons­ trucción del bien común: al hablar de derechos y deberes, señala el de­ recho de todos los ciudadanos a la vida pública; todos están obligados a tomar parte activa en todas y cada una de las cuestiones del entrama­ do social. De esta manera, la búsqueda y determinación del bien común se hace desde las necesidades e intereses de la persona. La búsqueda no consiste ya en el respeto al bien común, sino en el conocimiento de las necesidades de los ciudadanos para, de ahí, buscar los medios concre­ tos para lograr el bien de todos. La búsqueda consiste en un esfuerzo entre ciudadanos y superioridad; abrir un diálogo, y exigirse en cola­ boración. Para la Pacem in Terris, pues, la búsqueda y construcción del bien común va situada más allá de una mera aceptación de ese arca solucio- nador de los problemas económicos; se salta hacia un conocimiento de las necesidades y a la búsqueda compartida. Los bienes no son sola­ mente de tipo material, sino algo más, aunque, bien es verdad, no hay matizaciones sobre el tema. En la misma perspectiva se coloca la Gaudium et Spes aunque exis­ ten matizaciones muy claras. Todos los ciudadanos son responsables del bien común, pero de una forma muy concreta: hay necesidades muy claras que han de ser atendidas y que no son solamente necesidades propias. Para la Gaudium et Spes la construcción del bien común se va

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz