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140 JOSE BULLON HERNANDEZ en aquello que orienta y guía para que lo propio no absorba lo ajeno, sino que ambos se encuentren íntimamente unidos. En un segundo momento, la carta nos descubre otra faceta en la ,definición del bien común. Si bien aparece como principio dirigente, se presenta como futuro que ha de construirse buscando el bien de la humanidad; aparece, pues, como tarea en lo propio y extraño . Es de­ cir, se trata de una realidad que implica a todos los hombres en un es­ fuerzo común: hacer una vida más humana y digna, partiendo de la necesidad. Tarea que no se determina solamente desde lo propio nece­ sario, sino preferentemente desde lo necesario común. Las realidades que esto incluye se refieren a la construcción de un nuevo estilo de vi­ da, nuevas relaciones, mejor ciudad y organización. De esta forma lo propio no incluye solamente lo que a uno afecta directamente sino tam­ bién aquello que organiza de modo sublime la conexión y vivencias humanas. Se puede, pues, afirmar que el bien común es la fuerza de conexión de los esfuerzos humanos. A la hora de plantearse el hecho de una convivencia mejor organizada, cada esfuerzo mira al logro de una interrelación de las distintas miradas sin que ninguna quede des­ vertebrada del tronco común que es el bienestar general y universal. Puede deducirse que el bien común es el principio unificador de los quehaceres humanos. En un tercer momento los textos nos sitúan ante el hecho de ver el bien común como realidad reguladora de los intereses particulares. Según aparece en el número 44, el bien común es el principio que con­ trola las conquistas individuales para sólo el provecho común. Hace saltar hacia el campo de las necesidades comunes para impedir la acu­ mulación egoísta. Digamos que se constituye en principio crítico que impide la edificación de los propios intereses como casa madre y diri­ gente dominando y despreciando. En este sentido, la definición de bien común parece como principio ordenador de la economía. Finalmente, no queremos deiar pasar por alto lo que en el núme­ ro 46 se indica como base de un entendimiento de lo que es el bien común. Al hablar de búsqueda de bien de la ciudad, la nación, de la humanidad, se nos sitúa en un concepto claro de lo que tiene que ser el bien común: el planteamiento de un nuevo estilo de vida desde el es­ fuerzo por conseguir el bien colectivo partiendo de las necesidades más urgentes del momento presente.

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