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70 JOSE BULLON HERNANDEZ 1.2. Finalidad y dinámica capitalista Conviene tener siempre presente un doble aspecto. Una cosa es la lógica interna capitalista y otra los posibles cambios, giros o adapta­ ciones externas. Es necesario esta distinción porque ayuda a compren­ der su claro sentido. Puede parecer que, a través de orientaciones ex­ ternas nuevas, el capitalismo toma un nuevo ritmo y adquiere un ros­ tro más humano, pero examinado en el fondo, siempre se encontrará la misma finalidad: obtener la mayor ganancia posible, el mayor lucro, alcanzando el poder absoluto y decisiones al poseer y controlar los grandes medios de producción. La historia nos dice que la finalidad capitalista y su dinámica in­ terna han sido siempre la misma. Desde el primer momento en que aparece la técnica y la máquina como medio de producción, y los co­ merciantes y burgueses poseedores de la tierra son capaces de hacerse dueños de ella, poco a poco van concentrando más y más la propiedad desposeyéndola de manos de otros. Es decir, el aumento del capital es a costa de la desposesión de otros que serán después la clase obrera alimentada con el trabajo ofrecido por los poderosos. Si a esto añadi­ mos que se tiene absoluta libertad para realizar sus planes, no siendo controlados por el gobierno, fácilmente se comprueba que se desemboque en la gran acumulación capitalista con la consiguiente miseria de gran parte de personas receptoras de sueldo mínimo. Las fuerzas producti­ vas están en manos de unos cuantos, que cuanto más poseen para sí más quieren poseer, siendo los únicos capaces de dar trabajo a la gran masa que lo acepta a cualquier precio con tal de tener para comer 7. Bien conocemos toda la dinámica liberal-capitalista del siglo X IX . Aquello que realmente cuenta es producir y atesorar como sea y de la manera que sea, dejando rienda suelta a cualquier clase de iniciativa individual, porque el hombre es naturalmente bueno. Si esto es lo mis­ mo para todos y cada uno de los hombres, todos pueden conseguir lo mismo: producir y acumular. Si alguno no lo consigue es porque no 7. C fr. M. D obb , E l surgim iento del capitalism o industrial, en o. c., 156-213. El autor va estudiando las diversas causas que originan el capitalismo, Man­ tiene la tesis que no hay verdadero capitalismo mientras no hay acumulación y una clase cada vez más desposeída. Hay que tener en cuenta que el autor analiza el capitalismo desde el punto de vista del marxismo. Puede consultar­ se A. F anfani , Capitalis?no, socialità, partecipazione, Milano 1976. Dobb es mar­ xista y, lógicamente, hace un rechace absoluto del sistema capitalista no sola­ mente como sistema económico, sino también como sistema social.

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