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1 2 2 JOSE BULLON HERNANDEZ acabando con ellas. Así es como la Octogésima Adveniens pone como base de la nueva forma de sociedad unas nuevas relaciones humanas fundamentadas en el respeto y preocupación mutuas, en el esfuerzo por eliminar el rencor y egoísmo, y en la búsqueda del «bien común». «Toda actividad particular debe colocarse en esta sociedad ampliada y adquiere, con ello, la dimensión del bien común». «Este poder político tiene que tener como finalidad la realización del bien común... No quita a los individuos y cuerpos intermedios el cam­ po de actividades y responsabilidades propias de ellos, los cuales in­ ducen a cooperar en la realización del bien común» 112. Realidad cargada de posibilidades humanas. Prioridad del «posible» sobre lo actual 113. En este punto es donde la carta apostólica al Cardenal Roy se mues­ tra más rica e insistente. Muchos son los textos que aquí podríamos citar como prueba de ello, pero invítase a una lectura tranquila y re­ posada de la carta para percibir por uno mismo cómo está latente des­ de el principio al fin este primordial aspecto de una sociedad abierta. Desde que comienza señalando los problemas que afectan a nuestra so­ ciedad, pasando por la exposición y juicio de ideologías y proyectos, hasta llegar a la llamada a la responsabilidad que hace en la parte final, el documento montiniano está presentado de una u otra manera, unas veces con más insistencia y otras con menos, como deseo o anhelo que se convierten en compromiso real por una humanidad más perfecta. Su constante centro de mira se orienta hacia la potenciación y ele­ vación del modo de ser del hombre. Que la sociedad con sus estructu­ ras favorezca un hombre más libre y menos desorientado, más respon­ sable y creador, menos centrado en sí mismo y más grandioso en la mi­ rada; que pueda poseer para compartir, imaginar para esperar, y espe­ rar para construir. Es, sobre todo, en la segunda y tercera arte donde aparece nítidamente esta realidad creadora que anima la vida humana. 112. OA 24 y 46, en o. c., 504 y 521-522. 113. E. B loch , Das Prinzip Hoffnung, Frankfurt am Main 1959. Bloch ha sido quien mejor ha expresado la fuerza de la esperanza para lo real. A tra­ vés de ella se hace la proyección al futuro, y puede mantener el presente con garantía. El presente, por el futuro que hace surgir la esperanza, o lo real, es un proceso abierto, potencial. Así la historia siempre es cambio. Bloch ha influido grandemente en la Teología de la Esperanza de Moltmann.

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