PS_NyG_1988v035n001p0065_0157

FUTURO DESDE LA OCTOGESIMA ÀDVENIENS 121 «En muchos casos, la legislación va retrasada respecto a las situacio­ nes reales. Siendo necesaria, es todavía insuficiente para establecer verdaderas relaciones de justicia e igualdad» 109. Lo abierto es lo que posibilita nuevos valores. En estos textos des­ cubrimos que se quiere pasar de una realidad a otra; que se quieren poner las bases de la sociedad sobre pilares firmes. No bastan los es­ fuerzos que se han hecho, sino que es preciso seguir caminando aún más, pasando de una situación a otra; de una de mal a otra de bien donde aparezca con claridad la justicia entendida como promoción y enriquecimiento humanos, cosa que no sucederá mientras el hombre se sienta oprimido y en estado discriminatorio 110. El nuevo valor de la justicia, pues, abre a horizontes de nuevas relaciones y empresas inter­ humanas. Una realidad íntercomunicativa y corresponsable. «Las relaciones de fuerza no han logrado jamás establecer efectiva­ mente la justicia de una manera durable y verdadera». «Es preciso crear o fomentar centros de interés y cultura a nivel de comunidades y parroquias, en sus diversas formas... donde cada uno podrá crearse nuevamente relaciones fraternales». «...tomar a cargo este futuro colectivo que se anuncia difícil, es una tarea en la cual deben participar los cristianos». «Es deber de todos, especialmente de los cristianos, trabajar con ener­ gía para instaurar la fraternidad universal, base indispensable de una justicia auténtica» m . La novedad que es apuntada y que debe ser buscada con ahínco es evidente: las relaciones entre los humanos han de ser totalmente dis­ tintas. Se habla de fraternidad, futuro colectivo, relaciones de no fuer­ za, palabras todas que anuncian un nuevo modo de estar con los otros; el hombre se comunica con el hombre no para alimentar el propio inte­ rés, sino encontrar la necesidad del prójimo. De los valores individuales se pasa a considerar la alteridad y el sentido de lo común. Se toma con­ ciencia de que las situaciones dolorosas son fruto de los egoísmos hu­ manos, y que es obra de todos tratar de pagar las injusticias cometidas, 109. OA 15 y 23, en o. c., 503-508. 110. OA 13 al 21, en o. c., 502-508. 111. OA 43, 11, 12, 17, en o. c.; 519, 501, 505.