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1 1 8 JOSE BULLON HERNANDEZ Ni la Gaudium et Spes ni tampoco la Octogésima Adveniens son do­ cumentos revolucionarios y negación de verdades promulgadas en épo­ cas anteriores. Siguen fieles a la tradición perfeccionando aspectos y desvelando ocultos. Vienen a ser, como casi todo el documento, el nor­ mal proceso perfectivo clarificador de una verdad, que en este caso está afincada en el orden social. La Iglesia a lo largo de los años va pene­ trando en el misterio divino, y en este ahondamiento halla el descubri­ miento cada vez más clarificante de la verdad divina. Esto es lo que la carta de Pablo VI ha logrado en el aspecto social: la Iglesia tiene que hablar en cuestión social y así lo ha hecho a lo largo de los siglos; cri­ tica las situaciones que no contribuyen a la humanización y promoción del hombre, y reconoce que, a pesar de su acción en la sociedad, ella no puede sin embargo presentar un modelo concreto porque la Palabra de Dios no se lo ofrece. Es éste el matiz nuevo que se ha descubierto en la Palabra divina. Presenta sí, una misión específica, pero no un modelo. Para nuestro documento no puede haber un modelo cristiano de sociedad 104, porque el modelo está determinado por muchos aspectos, entre otros el técnico. Y sobre esto nada se puede decir. Esta obra es empresa humana y no religiosa. De ninguna manera hoy en día puede presentarse por parte de la Iglesia un estilo de vida que ofrezca solu­ ciones para todo. Son muy variadas las situaciones en que se encuen­ tran los hombres y serán éstos quienes tendrán que determinar el estilo concreto de vida. En este sentido afirma la carta apostólica: «Toca a los grupos establecidos por vínculos culturales y religiosos desarrollar en el cuerpo social, de manera desinteresada y por el pro­ pio camino, las convicciones sobre la naturaleza, el origen y el fin del hombre y sociedad»105. Utilizando este lenguaje no se puede pensar en un «terciarismo», como si en el cristianismo estuviera la solución definitiva. Nuestro do­ cumento se mueve en una dimensión de autonomía de lo temporal co­ mo se demuestra en el texto citado, y esto implica que existen realida­ des con las propias leyes, sin necesidad de ser invadidas por las fuerzas 104. Maritain intentó un proyecto social cristiano de sociedad. Una socie­ dad inspirada en principios cristianos; a través de la revolución moral, pala­ bra y convencimiento «levadura dentro de la masa». Cfr. J. M aritain , Huma­ nismo integral, París 1936. 105. OA 25, en o. c.f 510.

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