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FUTURO DESDE LA OCTOGESIMA ADVENIENS 111 «Construir la ciudad lugar de existencia de los hombres, crear nuevos modos de proximidad y relaciones...»88. Como puede comprobarse en estos textos, aparece el fin de una etapa histórica que si bien ha conseguido algo, sin embargo en la ac­ tual situación es preciso comenzar algo distinto. Es como si se cerrara un estilo de hacer para abrirse a uno nuevo. Más que dar vueltas y vueltas sobre el mismo círculo para ver si aparece el nuevo matiz, se trataría de salir del mismo y buscar la línea donde fueran apareciendo nuevos valores. Es preciso dejar modelos antiguos que llevan al vacío, y buscar otros que presenten horizonte. 1.1. La sociedad cerrada y sus modelos Entendemos por sociedad cerrada cualquier sistema o modelo de sociedad que ni posibilita ni menos promueve nuevas formas y estilos de vida. Antes bien, se proclama acérrimo defensor de las propias ideas y profundo vigilante de la propia parcela. En este sentido nos sentimos cercanos a Popper cuando afirma como sociedad cerrada todo aquello que no abre a nuevos horizontes 89. Pero hay que tener en cuenta que la Octogésima Adveniens no quiere ni intenta dar una teoría, como hace Popper, sino indicar el sistema que hoy no sirve al no liberar al hom­ bre. Y por esto es más interesante. ¿Cómo entiende la «Octogésima Adveniens » esta sociedad cerrada? Cuando la carta apostólica al Cardenal Roy habla de los problemas sociales que hoy han surgido y expone un panorama nada halagüeño de los mismos, nos está presentando las consecuencias de un modo de vivir que no atiende las verdaderas necesidades de los hombres. Y nos dice: «Basada en la investigación tecnológica y en la transformación de la naturaleza, la industrialización prosigue sin cesar su camino. Mientras unas empresas se desarrollan y concretan, otras mueren o se trasladan, creando nuevos problemas sociales: paro profesional, cambio de em­ pleo, adaptación permanente de los trabajadores... Mientras amplísi­ mos estratos de población no pueden satisfacer sus necesidades prima­ rias, se intenta crear necesidades de lo superfluo». 88. OA 24, 11, 12 y 15, en o. c., 509, 501, 504. 89. K. R. P opper , La sociedad abierta y sus enemigos I y II, Barcelona 1985. Ni el sistema político de Platón ni los modelos de Hegel y Marx son ad­ mitidos por Popper. Ambos son estáticos y cerrados sobre sí.

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