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FUTURO DESDE LA OCTOGESIMA ADVENIENS 107 La Octogésima Adveniens parte del mundo en su secularidad, en­ tendida por ésta lo que Metz afirma: «Cristianizar el mundo significa en sentido original "secularizarlo": llevarlo a su ser propio y característico, dejar en libertad las alturas y profundidades que son casi insospechadas de su ser de mundo, alturas y profundidades que son posibles por la gracia, pero que se han visto ya amenazadas o sacudidas por el pasado»80. 3.2. La búsqueda de modelo social, exigencia del Reino Toda la segunda parte de la carta apostólica está dedicada al estu­ dio de una forma de sociedad que comporta un nuevo estilo de vida y relaciones en los encuentros entre los hombres, en contraposición a las que hoy día los distancian y enfrentan; y llama a un compromiso serio de búsqueda paciente pero esperanzada; sin embargo, no dice que esto sea por exigencia del Reino. ¿Por qué entonces hablamos de una búsqueda de sociedad como exigencia del Reino? Tratamos de recoger lo que el documento«paulino» nos dice. Vea­ mos lo que dice el número 4: «En este esfuerzo por promover tales transformaciones, los cristianos deberán, en primer lugar, renovar sus confianzas en la fuerza y origi­ nalidad de Jas exigencias evangélicas. El Evangelio no ha quedado su­ perado por su contexto socio-cultural diferente. Su inspiración enri­ quecida por la experiencia viviente de la tradición cristiana a lo largo de los siglos, permanece siempre nueva en orden a la conversión de los hombres y al progreso de la vida en sociedad»81. E l compromiso del cristiano por conseguir una serie de cambios y transformaciones aparece como una exigencia del Evangelio. Este es el anuncio del reino y el reino se opone a las realidades opresoras. Si el cristiano es fiel al Evangelio, necesariamente quedará envuelto por el mensaje del Reino. Esta es una realidad de cambio en perfección di­ námica que cuando llega a percibirse en profundidad potenciará la in­ versión en la realidad que no vive aún la vida del Reino. E ltexto nos aborda dentro del aspecto crítico del Reino. Sus exigencias, las pala­ bras evangélicas, chocan con las realidades sociales, económicas y polí- 80. J. B. M etz , Teología del mundo, Salamanca 1971, 64. 81. OA 4, en o. c„ 497.

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