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1 0 2 JOSE BULLON HERNANDEZ Garaudy, Di Marco... consideran el ser social como ser abierto a los demás y esto como constitutivo del mismo. El hombre, que se hace mediante el dominio de la naturaleza, es un ser que contrae relaciones sociales con los demás seres; es decir, comunión con los demás seres sociales dimanante de la misma esencia del hombre, y que hace que él tenga que dominar la naturaleza mediante el trabajo productivo, no en solitario, sino correlacionado con los demás 64. Pero todo esto en la manera de pensar de la Octogésima Adveniens no es más que pura utopía. No es cierto que el hombre se sienta ver dadero ser libre dentro de la sociedad tal y como lo entienden los mar- xistas. Más que desarrollar las posibilidades de acción libre, es privado de ellas, se le arrebata toda posibilidad de iniciativa y elección60. En realidad viene determinado y orientado, desposeído y dominado por el «partido». En modo alguno puede ejercer sus libertades porque aquél es quien dirige, conduce y controla toda la vida de la sociedad presen tando sus intereses. Y si, como en el caso de los marxistas humanistas, el hombre ser social se considera como ser constitutivamente abierto a los demás, sin embargo las relaciones que se establecen entre los hom bres son relaciones productivas. Terminamos recogiendo lo que dice Leonhard sobre la libertad per sonal: «La aseveración de la libertad personal no está menos alejada de la verdad. Después de la declaración, el 25 de noviembre de 1956, de que se había realizado el socialismo en la Unión Soviética, tuvo lugar la "gran purga" con tremendas detenciones en masa. En el curso de esta purga fueron arrestados, según el cálculo prudente, más de 12 millo nes de personas. Según las mismas leyes y decretos oficiales de enton ces a niños de 12 años les fueron impuestas toda clase de penas, inclui da la de muerte; ningún obrero ni empleado podía despedirse o cam biar de puesto de trabajo...»66. El hombre, ¿creador de la historia? Tampoco sobre este punto la Octogésima Adveniens se ha parado con ánimos de examinar lo que el marxismo dice. En ningún momento señala que el marxismo considere al hombre como creador de la histo- 64. R. A lberdi - R. B elda , Introducción crítica al estudio del marxismo, 356ss. 65. OA 33, en o. c., 513. 66. G . A. W etter - W . L eonhard , La Ideología soviética, 458-459.
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