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FUTURO DESDE LA OCTOGESIMA ADVENIENS 97 Por otra parte, el partido de la clase obrera utiliza una estrategia para alcanzar lo que se propone: el poder político. A través del órgano del estado es como puede consolidar los intereses de la clase proletaria. La política está encaminada a implantar la fuerza de la clase que, según los marxistas, es imprescindible para erradicar la explotación. Así se expresan: «El estado socialista es dictatorial de una manera nueva, pues está enfilado contra la burguesía y es democrático también de una forma nueva, por cuanto asegura la democracia para los trabajadores... El estado conserva la función de opresión, pero su contenido se modifica por completo. El estado socialista oprime a los explotadores en tanto que existen o no ha sido aplastada su resistencia. La forma y medios de esta opresión dependen del grado y el carácter de dicha resisten­ cia» 53. Los marxistas reconocen que el Estado del proletariado es también un estado dictatorial y totalitario. Pero lo conciben como necesidad histórica sin la cual no es posible acabar con la sociedad burguesa, y por esta razón no engendrará una sociedad totalitaria. Va haciendo po­ sible que entren en la historia los verdaderos creadores de la misma. Octogésima Adveniens, sin embargo, señala que esta especie de profecía mágica del marxismo en lo referente a la conquista de una so­ ciedad igualatoria, a través del gobierno del partido, no es más que un espejismo. Para ella el «partido» dirigente es una élite de poder que impone contundentemente un estilo y táctica que responde a sus pro­ pios ideales, oprimiendo y dominando a quienes no están dispuestos a aceptarlos. Sociedad violenta: enfrentamiento entre los hombres. Para el documento «paulino», la necesidad histórica de la lucha de clases que, para los marxistas es el móvil de la historia, es la fuente de donde mana la violencia totalmente inaceptable desde el punto de vista cristiano54. Enfrenta a unos hombres contra otros originando la 53. O. c., 164. En esta página y en la siguiente el marxismo soviético ex­ presa la necesidad del Estado bajo un solo partido a través del cual se ma­ nifiesta de modo pleno la verdadera democracia: los explotados toman el po­ der, dirigen la historia hasta que se llegue a la sociedad sin clases. Antes de llegar a ella se necesita un largo período que cree condiciones adecuadas. 54. OA 33, en o. c., 513. 7

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