PS_NyG_1988v035n001p0065_0157

96 JOSE BULLON HERNANDEZ Veremos el gran alcance de estas palabras. Sociedad totalitaria : gobierno de un partido. El ya citado número en que la Octogésima Adveniens habla sobre el marxismo 51, nos indica la forma de sociedad que se deriva de un presupuesto en que se considera a un grupo como el protagonista y di­ rector del mundo. Para la carta apostólica la sociedad dirigida por el «partido», como intenta hacer el marxismo, absorbe las iniciativas y aspiraciones de los individuos y grupos de la comunidad. El «bien» de la sociedad está determinado por el bien del «partido»; los intereses y aspiraciones sociales son intereses y aspiraciones del partido. De igual manera, el estilo y forma de vida viene determinado no por la con­ fluencia de los distintos contrastes de los variados grupos, sino por la imposición del deseo e interés de uno de ellos que se piensa ser repre­ sentante de todos ellos. Puede afirmarse con toda certeza que la carta apostólica no acepta, y quiere superar la sociedad que nos ofrece el marxismo por ser la re­ presentación de una élite que acapara la posesión de la verdad. Existe una clase capaz de realizar los intereses de la humanidad: la clase obre­ ra, porque en ella no existe un interés particual sino el interés del to­ do; en ella se encuentran presentes los intereses del desarrollo progre­ sivo de la humanidad: «...la clase que no se halla interesada en ocultar las contradicciones y las lacras del capitalismo, que no tiene el menor interés en apuntalar el régimen capitalista, la clase cuyos intereses se confunden con la me­ ta de liberar a la sociedad de la esclavitud capitalista y se identifica con los intereses del desarrollo progresivo de la humanidad. Esta clase es la clase obrera»52. 51. OA 33, en o. c., 513. 52. A cadem ia de C ie n c ia s de la URSS, o. c., 22-23. En esta obra se recoge todo el pensamiento de los que se consideran fieles seguidores de Marx: mar- x?stas rusos. Se trata de una amplia exposición de la economía marxista co­ mo base de todo el sistema. Hay que pasar de la economía capitalista a la socialista. Y esto se hace no suprimiendo el progreso e industrialización del capitalismo, sino potenciando de forma que se tome conciencia de que no es posible una sociedad socialista sin clases si no se logra un gran desarrollo económico. De esta tesis general se pasa a analizar cómo se va pasando pro­ gresivamente hacia la economía colectivista promoviendo la forma coopera­ tivista para arribar en un futuro a la forma estatal. Todo va orientado a que sea el Estado quien vaya promoviendo y exaltando la forma económica co­ lectiva frente a los residuos capitalistas.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz