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94 JOSE BULLON HERNANDEZ el que se destruye el régimen caduco, sino también un instrumento con el que se construye la sociedad nueva»47. Toda política es fruto de la sociedad clasista y tiene que desapare­ cer con la supresión de las clases. El estado nace de una sociedad cla­ sista que impone y asegura la dominación; de lo cual se deriva que es instrumento de opresión. Por esto, el estado proletario luchará contra él; y aunque él sea también una dictadura de clase sólo tiende a que se suprima el poder capitalista y así implantar seguidamente la socie­ dad sin clases. Una economía colectivista : «La meta de la revolución proletaria es la sustitución de la propiedad privada sobre los medios de producción por la propiedad social y la supresión de toda explotación del hombre por el hombre... El objetivo de la revolución proletaria consiste en la instauración del poder de los trabajadores, encabezados por la clase obrera, y en la construcción de una nueva economía, la economía socialista». «Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista, media el pe­ ríodo de la transformación revolucionaria de la primera en la segun­ da. Y a este período corresponde también un período político de tran­ sición, cuyo estado no puede ser otro que la dictadura»43. La dictadura del proletariado intentará por todos los medios minar y transformar los fundamentos del capitalismo, y para ello nada mejor que eliminar la propiedad privada de los medios de producción. De esta forma el estilo de economía cambia radicalmente porque no estará en manos de uno o de unos cuantos, sino de todos en general. Se lle­ gará a una radicalización de la economía que el «partido» en el poder llevará a cabo impidiendo la acumulación. Control a todos los niveles. La dictadura proletaria impone un ritmo de vida determinado a to­ dos los ciudadanos con el fin de que sigan el camino que lleva a la im­ plantación del comunismo. Se explica, entonces, que haya una serie de restricciones a la hora de tener un pensamiento político, educativo, cul- 47. A cademia de C ien c ia s de la URSS, Elementos de filosofía marxista-leni­ nista II, Moscú 1977, 164 y 186. 48. A cademia de C ien cia s de la URSS, o. c., 334.

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