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90 JOSE BULLON HERNANDEZ una forma más atenuada, más seductura, para el espíritu moderno: co­ mo una actividad científica, como un riguroso método de examen de la realidad social y política, como vínculo racional y experimentado por la historia entre el conocimiento teórico y la práctica de la trans­ formación revolucionaria» 43. Para la carta el marxismo se presenta hoy bajo aspectos diversos, con lo cual se crea problemática variada dentro del mismo. Puede apa­ recer como lucha de clases para romper el sistema dominante; la vida es siempre conflicto irreconciliable entre dos clases antagónicas. Sólo se puede superar venciendo una a la otra. Así mismo se considera des­ de el punto de vista político: ejercicio del poder bajo la dirección de un partido para acabar con la dictadura de la burguesía e implantar el estado comunista perfecto o sociedad sin clases. El tercer aspecto es la acentuación de la base del nacimiento del marxismo: materialismo, ex­ plicando desde aquí toda su comprehensión. Y finalmente aparece el aspecto más sociológico: método de análisis de la realidad. El marxis­ mo ofrece una garantía de conocimiento de la realidad, desvelando las situaciones y sus causas, y presenta una clave fundamental con sus ele­ mentos para lograr la transformación de la misma; es una ayuda para el estudio de la realidad, y ha sido utilizado por filosofías cristianas y sectores de la teología católica (algunos de la Teología de la Libera­ ción). Nos quedamos en el análisis del marxismo como materialismo his­ tórico dialéctico porque es el elemento ideológico que dirige a todo el sistema. Afirmar esto, quiere decir que se mantiene en la lucha em­ prendida por Marx, que consiste en el siguiente: la dialéctica es la cien­ cia de las leyes generales del movimiento del mundo exterior y del pen­ samiento, reflejo del anterior. Esto indica que el mundo y las cosas es­ tán en constante proceso, en devenir constante, ascendiendo de formas inferiores a superiores, según las leyes de la materia (materialismo). A través de contradicciones y mutaciones cuantitativas que posterior­ mente llegan a ser cualitativas, se van generando formas superiores de realidad, no de forma mecanicista, sino desde el conflicto hombre-na­ turaleza. La dialéctica marxista de la sociedad es una dialéctica de lo econó­ mico, porque es en la producción donde se encuentran las contradiccio­ nes. La naturaleza da bienes al hombre y éste tiene que luchar para rom­ per el conflicto hombre-naturaleza. Para ello actúa y adapta activamen- 43. OA 33, en o. c., 513.

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