PS_NyG_1988v035n001p0065_0157

FUTURO DESDE LA OCTOGESIMA ADVENIENS 89 segundos cada vez más miserables porque han de conformarse con lo mínimo para subsistir, ofrecido a cambio de horas y horas de trabajo. Esta es, a grandes rasgos, la sociedad con la que Marx se encuentra. Y a partir de los fenómenos, va a penetrar en la realidad y presentar la teoría de la sociedad comunista. Comenzará por afirmar, siempre te­ niendo como referencia lo acontecido en la sociedad en que vive, que la economía es la que determina toda la vida humana. Los hombres es­ tán hechos a imagen y semejanza del modo de producción de bienes materiales vigentes en la época concreta. En su época, el modo de pro­ ducción capitalista determina la manera de ser de los hombres y estruc­ turas. Por esto hablará del Materialismo histórico. ¿En qué consiste? Marx da la vuelta a Hegel. El motor de la historia no es la «idea», sino el mundo material. Los fenómenos sociales deben ser explicados históricamente y un período histórico es producto del precedente. Es en la producción material de los medios de subsistencia donde los hom­ bres contraen relaciones determinadas (relaciones de producción). Es­ tas forman la estructura económica de la sociedad; infraestructura so­ bre la que se edifica la superestructura. Las relaciones de producción son las fuerzas determinantes de toda la vida humana. De ellas depende el sistema de todas las relaciones so­ ciales y todos los aspectos de la vida en la sociedad en la que se vive. A este materialismo histórico, Marx agrega su visión dialéctica, sin la cual no se puede concebir el materialismo. Al igual que antes invier­ te a Hegel. Este afirmaba que la «Idea» progresaba a través de las con­ tradicciones internas, y Marx afirmará que la realidad progresa por el tejido de contradicciones. La Octogésima Adveniens, en el número 23, hace un pequeño aná­ lisis de lo que el marxismo hoy día es: «Para unos el marxismo sigue siendo esencialmente una pi(íctica de la lucha de clases. Experimentado el vigor siempre presente y la dureza, que siempre reaparece, de las relaciones de dominio y explotación, en­ tre los hombres, reducen el marxismo a una lucha a veces sin otra perspectiva, lucha que hay que proseguir y aún suscitar de modo per­ manente. Para otros el marxismo es en primer lugar el ejercicio co­ lectivo de un poder político y económico bajo la dirección de un par­ tido único que se considera expresión y garantía del bien de todos, arrebatando a los individuos y a los demás grupos toda posibilidad de iniciativa y elección. En un tercer nivel, el marxismo se refiere a una ideología socialista basada en el materialismo histórico v en la nega­ ción de toda transcendencia. Finalmente, se presenta, según otros, bajo

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz