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FUTURO DESDE LA OCTOGESIMA ADVENIENS 79 este no se manifiesta abiertamente. El estudio de este problema prác ticamente queda reducido al número 35, donde se pone de manifiesto que haya atención a la defensa excesiva de la libertad. No mucho más se afirma: «Ciertamente hay que mantener y desarrollar la iniciativa personal. Pero los cristianos que se comprometen en esta línea, ¿no tienden a su vez a idealizar el liberalismo, que se convierte así en una proclama ción a favor de la libertad?» 24. Quizás también, de una forma más indirecta, la Octogésima Ad- veniens muestra este tipo de hombre solitario creado por el capitalis mo, indicando no la perversidad pero sí la situación deficiente que se crea. El hecho de haber dado rienda suelta a la productividad, indus trialización y al comercio, sin consentir limitaciones, ha creado situa ciones en que el hombre es simplemente solitario, sin ligazón con na die y buscando casi exclusivamente el bien de uno mismo 2j. Otra forma de ser del hombre, ofrecida por el capitalismo, es la de «ser inhumano», o mejor dicho, deshumanizado. Recordamos lo que ya hemos dicho: la finalidad capitalista es la producción y acumulación. Esta última se hace en provecho de unos cuantos, que son los privile giados y quienes poseen los medios de producción, mientras que los productores permanecen ajenos a los mismos, así como a la producción. Fácilmente puede deducirse que el hombre, de ninguna manera queda humanizado. Por una parte no puede sentirse creador de una cosa cuan do se le está privando de ella; por otra, su misma persona es utilizada. La persona humana queda orientada en una dirección: comportarse como exige el mundo del capital. Dicho de otra forma: el capitalismo impone a las personas un estilo de vida conforme a sus pretensiones. En los países capitalistas sus habitantes están dominados por la propa ganda sobre compra de productos, consumo, comodidad, formas de comportamiento... que a la sociedad económica interesaque continúen o se promuevan más aún. Así, resulta que cada persona es lo que dicen que sea, y obra como la dicen que tiene que obrar. Esta manipulación es aún mayor que la económica, puesto que no es un valor de la per sona humana lo que está en juego, sino toda la persona, la cual queda incapacitada para poder intervenir y crear; más aún, queda totalmente 24. OA 35 y 26, en o. c., 514 y 510. 25. OA 10, 15 y 44, en o. c., 500, 503, 504 y 520.
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