PS_NyG_1987v034n003p0411_0423

418 CELINA A. LERTORA MENDOZA corruptionis, et cum negatione pura potentiae et habitudinis ad non esse. Sed in aevitemo non est negatio nisi corruptionis actualis; quia creatura semper apta nata est non esse, et potest de sui natura non esse; quod enim continuatur esse ejus sine corruptione, hoc est ex bonitate Creatori, qui per praesentiam majestatis omnia tenet in esse. Et ideo patet quod duratio creaturae non est aequalis durationis Crea- toris, licet consideremus durationem Creatoris a principio durationis creaturae sine fine; nec est una communis eis per participationem; sed una est similis alteri per imitationem quantum potest creatura susti- nere» (Opus Tertium, c. 51; ed. Brewer, 194-195). Un texto igual al presente se encuentra en Communia Naturalia IV 10, en ese caso a proposito de la comparación de operaciones de los seres finitos y Dios. En este segundo caso la pertinencia del argumento es más discutible porque se trata de una obra con pretensión científica (o natural) y no metafísica, y menos teológica. Pero tampoco Bacon estuvo libre de ciertas desviaciones metodológicas en pro de sus creen­ cias y vivencias religiosas más profundas. 3. Cuestiones sobre la operación Bacon no aclara bien en ningún texto qué es lo que entiende por «operación infinita», ni parece que haya logrado un concepto unitario de ello. Es más bien derivada y aproximativamente que se hace uso del adjetivo cuando alguna característica de la operación puede vincularse a uno o varios de los sentidos del infinito previamente fijados. Es así que encontramos distintas referencias, como hablar de «infinitud» de un acto instantáneo por analogía con la «infinitud» del punto; o bien aplicarla a una operación que se extiende indefinidamente o a infinitas o indefinidas cosas, por analogía a la línea o al infinito potencial de la materia; o bien entender la infinitud de una operación o de una dispo­ sición operativa por relación a la modalidad de los predicados que a ella se refieren. Cuando trata de la visión, en su Perspectiva (quinta parte del Opus Majus), dedica largos desarrollos a la cuestión de la instantaneidad del acto visivo. Esto que parecería una consecuencia lógica de la teoría óptica general, conocida por los árabes y desarrollada en Oxford, le merece una duda en virtud del principio aristotélico de que ninguna sustancia finita obra instantáneamente. Y en este caso no cabe hablar, 10. Ed. S teele , Fase. III: I Communia Naturalia, Oxford 1911, 177-178.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz