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LA CAUSALIDAD SEGUN G. DE OCKHAM 385 realidad» 16. Para Ockham, renunciar a explicar desde la causalidad pro­ ductiva y temporal la relación Dios-mundo no equivale a renunciar a la explicación racional por la vía de la conservación. «De forma más evidente, se puede probar que es más apropiada la causalidad por con­ servación que por producción, tomando la roducción por dar el existir después de no existir. La razón de todo ello radica en que es difícil o imposible probar, en oposición a los filósofos, que no se dé un proceso al infinito... difícil sería probar que un proceso al infinito no es posi­ ble a no ser que exista una realidad de la cual dependa toda esta infi­ nitud» 17. Huye Ockham de complicaciones y de las entidades superfluas; ad­ mitir un proceso al infinito equivale a admitir un infinito en acto, un razonamiento de tal tipo es la máxima de las complicaciones 18; luego se debe abandonar la vía de la causalidad productiva, para quedarse con la de la conservación, como única forma lógica de acceder a la com­ prensión de la relación existente entre Dios y las creaturas 19. En todo momento, lo que conserva algo distinto, ya sea de foima mediata ya inmediata, existe juntamente con lo conservado; sin embargo, no siem­ pre lo producido por algo exige que el agente productor, en cualquiera de las dos presencias, exista juntamente con lo producido. Por lo tanto, aunque pueda establecerse un proceso sin fin (in infinitum) en la serie de causas eficientes sin necesidad de infinitud actual, sin embargo, no se puede establecer un proceso al infinito en la serie de conservantes sin infinitud actual»20. La hipótesis más sencilla y simple en la explicación de los fenóme­ nos naturales ha de preferirse a la más complicada 21, y ello por un vie­ jo y universal principio admitido desde Empédocles hasta Aristóteles 16. II Sent., Q. XVI, C. 17. I Sent., Dist. II, 0. X, p. 354, lín. 18, p. 355, lln. 11. 18. «Aunque respecto a un mismo efecto puede haber diversas causas, éstas, con todo, no deben ponerse si no es necesario; que la experiencia nos imponga tal necesidad, a saber, puesta la llamada causa, y eliminados todos los demás factores, se presenta el efecto y, destruido o apartada la causa, desaparezca el efecto» (/ Sent., Dist. I, Q. III, p. 416, lín. 12-17). 19. «No se puede establecer un proceso al infinito en la serie de conser­ vantes, porque en tal hipótesis se daría el infinito en acto, lo que es imposi­ ble» (/ Sent., Dist. II, Q. X, p. 355, lín. 22, p. 356, lín. 1); «...en el orden de los entes conviene poner un límite, porque de lo contrario se daría un infi­ nito en acto...» ( Ibid., p. 357, lín. 13-16). 20. I Sent., Dist. II, Q. X, p. 356, lín. 6-12. 21. «Pluralitas non est ponenda sine necessitate» (/ Sent., Pról., Q. I, p. 74, lín. 22-23.

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