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390 J. RAMON LOPEZ VAZQUEZ refrigerar son acciones contrarias... Recibir más o menos... "esto ca­ lienta más que aquello,\ Son propiedades que se conjugan perfectamen­ te con el magisterio de Aristóteles»41. Por otra parte, tampoco la «passio» comporta realidad alguna dis­ tinta de las sustancias o cualidades que consideramos producidas por los agentes; «sufrir y ser afectado se identifica con la sustancia que su­ fre o es afectada, tal y como... el Damasceno... sentencia: obrar o pa­ decer es el obrar o padecer de cualquiera sustancia» 42. Por lo tanto, la determinación formal de la afección pasiva no puede determinarse des­ de el esquema mental de inherencia de una realidad (passio) en un su­ jeto, sino desde la dimensión de predicabilidad, que, con palabras y nombres distintos, designa una y la misma realidad. «La afección pa­ siva no es realidad alguna inherente al sujeto, de la misma forma que el calor está dentro del fuego; la afección pasiva es un predicable, dis­ tinto del sujeto, pero expresivo de la misma realidad que el sujeto, con el añadido de sufrir la influencia de la acción» 43. Acción y pasión nada real comportan distinto del agente y paciente 44, únicamente, como nom­ bres realmente distintos, responden a preguntas diferentes, realizadas sobre la sustancia activa o pasiva. Este es el único fundamento para que, tanto Aristóteles como su comentador Averros 45, las hayan colo­ cado en predicamentos distintos 46. De ello podemos derivar una primera conclusión: en las realidades causadas y causantes, la causalidad no conforma entitativamente una realidad distinta del agente y paciente. Sólo sustancias y cualidades existen en la realidad; las diferencias nominales no implican diferencias reales. Los singulares son compactos, en su contextura intrínseca no hay agujeros negros ni vacíos que puedan rellenarse con materiales de distinta naturaleza. En cada singular no hay más realidad que la que viene ofrecida y definida por su propia materialidad. Cualquier tipo de relación, que quiera establecerse con otras realidades, se hará en base, 41. Summa logicae, I pars, C.57, p. 186. 42. Ibid., I pars, C. 58, p. 187. 43. Summa logicae, III-2 pars, C. 2, p. 507.Igualmentecfr. Summalogicae, I pars, C. 58, pp. 187-188. 44. Cfr. Philosophia naturalis. Ed:. de Baptistae Robletti, Roma 1637, 81. 45. Cfr. Quodl. V, O. XXII. 46. Cfr. Philosophia Naturalis, 81; Quodl. VII, Q. VIII y VI, Q. XIII. «...Dès lors les mots action et passion signifient souvent le même acte le mot action le significant en tant qu'il est produit par l'agent et le mot passion, en tant qu'il se trouve dans le patient» (L. B audry , Lexique philosophique de g. D’Ockham, Paris 1958 12).

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