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374 JOSE-ROMAN FLECHA ANDRES B. Objetivos a medio plazo El documento aventura un plazo, que sitúa como máximo en la dé cada de los noventa, para la creación de zonas no nucleares, el des- mantelamiento de las bases militares en el extranjero, la interrupción de las confrontaciones entre los bloques, con la consiguiente autono mía para Europa y, lo que es más importante, la moderación de la ca rrera de armamentos en un 10 por ciento y la reconversión de la in dustria de la guerra en una industria para la paz y el desarrollo de los países más pobres. Es conveniente subrayar la propuesta de «la redis tribución de los medios de investigación y de desarrollo en el sector militar en beneficio de la investigación del desarrollo de tipo civil, co menzando por la búsqueda de la paz, de modelos alternativos de segu ridad, de la búsqueda de alternativas no violentas» 41. C. Objetivos a corto plazo Para antes del año 1990 el documento de Pax Christi proponía la creación de zonas no nucleares en diversos puntos del mundo, el blo queo del desarrollo nuclear en Europa, la renuncia de las potencias nu cleares a la iniciativa en el uso de tales armas, el bloqueo de la produc ción de armas químicas, la prohibición global de todo experimento nuclear, al reforzamiento de las medidas de confianza entre los dos blo ques en el hemisferio Norte y la reducción de un 5 por ciento de los gastos militares y el desvío de tales fondos para la construcción de la paz y el fomento del desarrollo. Se podrá decir que el documento no tiene fuerza coactiva, que se presenta como un haz de buenos deseos y que difícilmente puede ser operativo. Y, sin embargo, no se podrá afirmar que es inútil. Por una parte refleja la opinión de los cristianos ante problemas que, como a ciudadanos, también les afectan a ellos y, en cuanto creyentes, son signo y resultado de su compromiso de amor ante este mundo. Además de este valor de testimonio y oferta ante la sociedad mundial, el docu mento puede ejercer, por otra parte, el papel de pauta educativa al in terior mismo de la Iglesia: los ideales como las profecías tienen una función ética de anuncio y de denuncia y una función pedagógica que va orientando el juicio y el comportamiento de los hombres. Aquí es el momento de recordar una vez más las palabras de Juan Pablo II: «La 41. Se trata de la proposición 6 del número 9.
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