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3 6 8 JOSE-ROMAN FLECHA ANDRES Se ha dicho que la pastoral colectiva de los obispos norteamerica­ nos — El desafío de la paz — es el más valientemente profético y radi­ cal en propugnar el desarme; que la exhortación del episcopado de la Alemania Federal — La justicia construye la paz — es el más religioso y el más filosófico con relación a los elementos que contribuyen a la paz; que el documento de la Conferencia Episcopal de Francia — Ganar la paz — es el más sorprendente y ambiguo por subrayar a ultranza el derecho a la legítima defensa. Todo eso es cierto, posiblemente. Pero todos esos matices, y muchos más, no hacen sino abogar por la dificul­ tad de un tema rico y pluriforme en el que se entrecruzan valores y sen­ timientos, derechos v deberes, principios y situaciones, deseos y reali­ dades. De todos estos documentos surge al menos un poderoso clamor: el de tantas comunidades cristianas que desde su fe reflexionan sobre un problema candente, si los hay, y procuran extraer unas mínimas orientaciones pastorales y catequéticas para la nueva y tremenda situa­ ción que atenaza a los hombres de nuestro tiempo. a) En este contexto, también la Conferencia Episcopal Española comenzó a pensar en la publicación de un documento oficial sobre el armamento y la paz. Tras dos años de lenta elaboración, el documento fue aprobado por la Comisión Permanente del Episcopado, el día 20 de febrero de 1986. Tras leves modificaciones, se hizo público odio días más tarde, justo en el centro del tenso clima que se había forma­ do en las vísperas del referendum sobre la permanencia de España en la OTAN. Las reacciones que suscitó fueron variadas y apasionadas, como era de esperar teniendo en cuenta el momento de su aparición. Curiosa­ mente, la izquierda v la derecha política alabaron unánimemente el do­ cumento, mientras el partido socialista en el poder repitió para él crí­ ticas que eran habituales también en otros tiempos y desde sectores bien diferentes 38. b) Viniendo al mismo documento, se podría decir que está estruc­ turado al modo de una gran catequesis sobre la paz. Tras una introduc­ ción encontramos, en efecto, la observación de la misma experiencia conflictiva, tanto en el mundo, como en Europa o en la misma socie­ dad española, tras la cual se intuyen algunas actitudes sociales de fon­ do que se reducen a una crisis de verdad, de confianza y de sentido, y 36. Ver los comentarios de los diarios españoles, recogidos por la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española, Revista de Prensa 86/6 (7 mar. 1986).

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