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Responsabilidad moral entre la guerra y la paz Bajo la imagen de Francisco y Clara de Asís, Juan Pablo II, el día 27 de octubre de 1986, invitaba a todos los creyentes de todas las re­ ligiones a reflexionar sobre el reto de la paz. En sus palabras, la paz quedaba vinculada a la vida misma, lo cual es lo mismo que confesarla vinculada al amor, según se subrayaba también en la misma jornada. En esa búsqueda de la paz los cristianos nos sentimos unidos a tan­ tos y tantos hombres de buena voluntad. Con ellos coincidimos en la nostalgia de un mundo reconciliado y, a veces, en las intuiciones y pro­ puestas articuladas a largo, a medio y a corto plazo. Pero ante ellos nos sentimos llamados a afirmar, humilde y confiadamente, nuestra fe en Jesús el Mesías, el príncipe de la paz. Nuestra fe nos ofrece una moti­ vación peculiar para caminar por la misma senda de la paz que nues­ tros hermanos caminan. Nuestra reflexión comienza fijando la atención en la utopía-profe­ cía de la paz, contrastándola con la realidad de violencia y desarmonía que observamos cada día a nuestro alrededor. Estas páginas se vuelven a continuación, siquiera sea someramente, a las fuentes bíblicas de nuestra fe y a algunos de los hitos de la secu­ lar reflexión de los cristianos sobre la guerra y la búsqueda de la paz. Y terminará este recorrido subrayando el compromiso cristiano en favor de la reconciliación entre los pueblos y los hombres, recogiendo algunas propuestas operativas y, sobre todo, enfatizando el espíritu que, desde la revelación de Dios que nos ha sido entregada por Jesucris­ to, sus seguidores tratan de llevar a la vida y al mundo. 1 L a u t o p ía d e l a p a z El hombre de hoy es más consciente que nunca de la fragilidad de su misma existencia, como especie y no sólo como individuo. En cual-

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