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EL NACIMIENTO DE LA CIENCIA 245 como dice también el mismo Cicerón, «todas las cosas derivan del azar, si bien el azar les asigna una plena necesidad» 329. Pero, se pregunta Aristóteles, ¿no tendrán causa las cosas que decimos se deben al azar?, o ¿será ésta una causa oculta a la razón humana, «porque es algo di­ vino y extraordinario»? 330. Otra manera de acercarse a lo mismo es decir que «la causa de este cielo y de todos los mundos es la espontaneidad: espontáneamente, en efecto, se produce el torbellino (8rvy ]) y el movimiento que ha sepa­ rado los elementos y ha instalado el universo en su orden presente» 331. Espontaneidad (to aovojiaxov) es, pues, lo 'automático’. El resumen puede ser éste: «Todo se produce por necesidad, porque la causa de la generación de todas las cosas es el torbellino, al que Demócrito lla­ ma necesidad» 332. Hemos visto ya los 'entrelazamientos’ de los átomos que producen todos los compuestos. Hemos visto que esos entrelazamientos se pro­ ducían porque los átomos tienen movimiento, se desplazan en el vacío que siempre les rodea chocando unos con otros, combinándose y des­ combinándose en su incesante agitación. Hemos visto también que esos átomos entre sí se juntan, se aproximan unos a otros entrelazándose, se da entre ellos una 'juntura’ («9** >883 es decir, no pierden jamás su individualidad, siempre hay entre un átomo y otro algún intervalo de vacío, pues ellos nunca fluyen uno en otro. Hemos visto, finalmente, que ese continuo agitarse es 'eterno’ (<Kíiov) se da desde 'siempre’ (dei). De ahí que Aristóteles escriba así de ellos: «Dicen que el tiempo es ingenerado y, precisamente por estarazón, señala Demócrito que es imposible que todas las cosas hayan sido generadas; el tiempo, en efecto, es ingenerado :tóv yáp/póvov (¿Yév 7 ¡Tov eívai)» 334. Simplicio nos transmite el tan íntimo convencimiento que Demó­ crito tenía de la eternidad del tiempo, que tomó al tiempo no gene­ rado como ejemplo evidente de que no todas las cosas hansido gene­ radas 335. No hay, por tanto, para los atomistas ni comienzo ni fin del 329. C icerón , Sobre el destino 17, 39, en G III 433 (D K 68 A 66). 330. A ristó te le s, F ís . 196b, en G III 438 (DK 68 A 70); 195b, en G III 436 y Sim plicio, F ís . 330, 14, en G III 437 (DK 68 A 68). 331. A ristó te le s, F ís . 196a, en G III 443 (DK 68 A 69). 332. D iógenes L aercio IX 45, en G III 447 (DK 68 A 1). 333. C fr. F ilópono , De gen. y corr. 158, 26, en G III 389 (DK 67 A 7). 334. A ristó te le s, F ís . 251b, en G III 448 (D K 67 A 71). 335. C fr. Sim plicio, F ís . 1153, 22, en G III 449 (DK 68 A 71).

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