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240 ALFONSO PEREZ DE LABORDA otros angulosos o ganchudos, algunos curvos y casi encorvados, de los cuales se formaron el cielo y la tierra, no por cierto designio, sino por un encuentro fortuito» 298, errores que, como se puede apreciar, arras­ tran a consecuencias que el filósofo latino no resiste. En todo caso, nó­ tese bien la postulación de infinitas figuras para explicar la infinita va­ riedad de lo que nos es visible. Esta variedad infinita será criticada por Aristóteles, lo que llevará a una postura más circunspecta de Epi- 299 curo . Los átomos venían caracterizados por tres cosas, como hemos visto. En ocasiones se añade una cuarta: «estos átomos, que en el vacío es­ tán separados unos de otros y que difieren entre sí por sus figuras, mag­ nitudes, posición y orden» 300. Otras veces se resuelven estas diferen­ cias en dos, como en este texto de Aristóteles: «Demócrito, por su parte, afirma que los seres primeros no se generan uno de otro; pero, sin embargo, el cuerpo común a ellos es principio de todo, diferente en sus partes por su magnitud y su figura» 301. Aecio ha reducido ya esas diferencias a dos: magnitud y figura. Hay variedad en la magni­ tud, hasta el punto de que Aecio en el mismo texto dice que Demó­ crito «asegura que es posible que exista un átomo tan grande como el mundo» 302. Para Diógenes Laercio «los átomos son infinitos tanto por su magnitud como por su número» 303. Luego se dirá que para Epicuro los átomos debían ser pequeñísimos, imperceptibles por tanto, «mien­ tras que Demócrito supone que existen también algunos átomos muy grandes» 304. Los átomos son indivisibles. ¿Lo serán sólo físicamente?, ¿también teorética o lógicamente? Me parece evidente que para los atomistas pri­ meros lo serán en ambos sentidos. Para ellos el átomo es un presu­ puesto de ese gran ser roto en pequeños trozos de ser inmersos en ese otro no ser que es nada. Esta atomicidad es como un presupuesto para su explicación del mundo. Es cada uno de ellos un trozo inviolable de 298. C icerón , De la nat. de los dioses I 24, 66, en G III 351 (DK 67 A 11); también léase Contra académicos II 37, 121 (DK 68 A 80). 299. A ristóteles , Del cielo 302b y 303a. 300. S implicio , Del cielo 242, 15, en G III 357 (DK 67 A 14). 301. A ris tó te le s , F ís . 203a, en G III 358 (DK 68 A 41); cfr. fr. 208 Rose, en G III 361 (DK 68 A 37). 302. A ecio I 3, 18, en G III 359 (DK 68 A 47). 303. D iógenes L aercio IX 44, en G III 360 (DK 68 A 1). 304. D ionisio de A lejandría , en E usebio , Preparación evangélica XIV 23, 2-3, G III 362 (DK 68 A 43). El texto de Epicuro en Carta I 55, en G III 363 (DK 68 A 43).

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