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EL NACIMIENTO DE LA CIENCIA 235 XI Un fragmento de Aristóteles que nos ha guardado Simplicio en su comentario al libro sobre el cielo nos va a poner en el centro mismo del atomismo de Leucipo y Demócrito: «Demócrito considera que la naturaleza de las cosas eternas está cons­ tituida por pequeñas sustancias (juxpac; ouoíaQj infinitas en número; supone, además, que éstas se hallan en un espacio (xórcov) diferente de ellas, infinito en extensión (aiueipov xá>t jLeY¿0et). Para denominar a este espacio ( t ó v ixev xóxov) se vale de los términos ’vacío’ x ív ó v ), 'nada' (o¿oév) e 'infinito', y a las sustancias las llama 'algo' (&év , ‘sólido' (vaoxóv) y 'ser' (ov). Piensa que las sustancias son de una pe- queñez tal que escapan a nuestros sentidos. Ellas presentan diversas formas, figuras diversas y diferencias en su magnitud. Estas, a las que toma como elementos, se generan y forman por agregación de vo­ lúmenes visibles y, en general, perceptibles. Estas sustancias luchan y se mueven en el vacío debido a su desemejanza y a las demás dife­ rencias que hemos mencionado y, al moverse, se encuentran y se en­ lazan de un modo tal que las hace ponerse en contigüidad y en recí­ proca proximidad, sin que por ello constituyan, en realidad, una na­ turaleza única; es, en efecto, del todo absurdo que dos o más cosas lleguen a ser una cosa. Señala que la causa (anta) de que sus sus­ tancias permanezcan reunidas durante un cierto tiempo son los entre­ lazamientos (IxaXXa'jó«;; y adhesiones de los cuerpos. Algunas de ellas son irregulares, otras ganchudas, otras cóncavas, otras convexas y otras, finalmente, se diferencian de otros múltiples modos. Considera que permanecen ligadas y reunidas hasta el momento en que les ad­ viene una necesidad (ávoqxY}) más poderosa desde el exterior, que las sacude con violencia y, apartándolas, las dispersa. Afirma la genera­ ción y su contrario, la disgregación, no sólo respecto de los animales, sino también de las plantas y de los mundos y, en general, de todos los cuerpos sensibles. Si, entonces, la generación es una agregación de átomos y la corrupción una disgregación, también, en opinión de Demócrito, la generación tendría que ser alteración» 273. 273. Aristóteles, fragmento 208 Rose, en S im plicio , Del cielo 294, 33, en G III 310, 361, 388, 349 (DK 68 A 37). Nótese que al traducir por 'espacio' la expresión 'infinito en extensión' nos llama a comprender 'espacio infinito'. La palabra que es traducida por 'espacio', poco o nada tiene que significar de nuestro espacio. De ahí que 'infinito en extensión' debiera decirse 'infinito en magnitud', pues de magnitud se trata, de esa magnitud, mayor o menor, que todo sólido tiene y a cuyo estudio se van a dedicar muy pronto nume­ rosas páginas de los Elementos de Euclides. Con todo y con eso, la palabra que María Isabel Santa Cruz de Primes y Néstor Luis Cordero traducen por

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