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190 ALFONSO PEREZ DE LABORDA presente para el pensar. Algunas cosas, aunque ausentes, tienen una presencia asentada. 'Reunir’ y 'dispersar’, la condensación y la rare­ facción de los otros presocráticos, parecían explicar la multiplicidad de las cosas, pero (la mente) «no zanjará la conexión de lo que es con lo que es» (xó éóv xoO édvroc;) 87 utilizándolas, pues se da esa firme presencia para el pensar. La mente capta lo que es sin necesidad de compartimentarlo, pues hay una perfecta continuidad en lo que es. Ade­ más, lo ente no lo tienen los hombres siempre ante sí, sino que es algo ausente, mientras que lo presente es para ellos algo múltiple y sepa­ rado, discontinuo. Lo que está firmemente presente para el pensamien­ to es una cosa bien distinta. Pero, junto a Parménides, pongamos atención, según nos ordena la diosa: «es necesario que lo que es (para) decir y (para) pensar sea, pues es (para) ser, pero (lo que) nada (es) no es (para ser)» 88. Si algo es de­ cible y pensable, es necesario que exista; sostener de algo que puede existir es sostener que existe necesariamente para Parménides. Ser, rea­ lidad y necesidad equivalen, lo mismo que no ser, irrealidad e imposi­ bilidad, ¿no se dijo al principio que hay una disyunción radical y ex- cluyente entre lo que es, y lo es necesariamente, y lo que no es, que no es necesariamente? Como no hay alternativa alguna entre ser y no ser, todo lo que es accesible al pensamiento y al lenguaje existe de ne­ cesidad89. Y los que dicen otra cosa 'yerran’, son 'bicéfalos’, 'sordos’ y 'ciegos’, «una horda sin discernimiento, que considera al ser y no ser lo mismo y no lo mismo» 90. Aceptadas las premisas parmenídeas, ¿de qué sirven las informa­ ciones de los sentidos? ¿Cómo nos dejaremos llevar ya de lo que digan las gentes? ¿Cómo habrá que imponerse esto: «que cosas que no son sean» 91? Habrá que apartarse de esa vía de investigación en la que está «el ojo sin meta, el oído zumbante y la lengua» 92 Al contrario, recomienda la diosa: «juzga en cambio con la razón la combativa refu­ tación enunciada por mí» 93. Juzguemos, pues, mediante la razón, lo 87. Fragmento 4, 2. Luego véase A. Gómez-Lobo, o . c ., 78-79. 88. Fragmento 6, 1-2. Lo que está entre paréntesis es, evidentemente, aña­ dido de A. Gómez-Lobo, según su manera de comprender el texto de Parmé­ nides. 'Pêro (lo que) nada (esi) no es (para ser)’, traduce a: \Lr¡hk\> Z' oux I otiv 89. A. Gómez-Lobo, o. c ., 89. 90. Fragmento 6, 7-9. 91. Fragmento 7, 1. 92. Fragmento 7, 4-5. 93. Fragmento 7, 5-6. La razón, Xófoc.

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