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EL NACIMIENTO DE LA CIENCIA 189 Las vías de investigación que son pensables son solamente dos: «una, que es y que no es posible que no sea», esta es la senda que acompaña a la verdad; «la otra, que no es y que es necesario que no sea» 82, pero esta nada informa, pues no se podría ni conocer ni mos­ trar lo que no es. Los anteriores presocráticos —excluido Heráclito— se entregaron al gozo de investigar el cosmos entero. Parménides, en cambio, investi­ ga el 'punto de partida': el sujeto del que se quiere hablar debe ser so­ metido a consideración, para ver si es o si no es. ¿Qué significa para Parménides 'es’, 'ser’? ¿Es un 'es’ de identidad? ¿Representa 'ser* las matrices de predicación, se trate de subsunción, de subordinación o de otros usos? En este caso la segunda vía representaría la matriz de toda proposición negativa. Al parecer, siguiendo a Gómez-Lobo, no son afir­ maciones sobre lo verdadero o lo falso, sino que son consideraciones so­ bre objetos singulares. El verbo 'ser’ se emplea por Parménides aquí para hablar de la existencia de individuos singulares. Las dos vías de investigación del objeto señalan: la primera, que el objeto existe, la segunda que el objeto no existe, y que iniciar las investigaciones por esa vía es improcedente, por tanto83. Tó tfóxó voslv áoitv te xai slva*: «pues lo mismo es (para) pensar y (para) ser» 84, según la traducción de Gómez-Lobo; pero no la traducción que se ha hecho normalmente: 'pues lo mismo es el pen­ sar y el ser\ No se trata, pues, de que lo ente parmenídeo sea un ser pensante, sino una afirmación de que lo que no existe no es pensable, no puede ser objeto para el pensar; lo que no es, lo que no existe, no puede ser sujeto de pensamiento. De una y la misma cosa se dice a la •vez que es para pensar, para que alguien la piense puesto que puede ser pensada, y que es para ser, es decir, que puede existir. Lo que no es para ser, lo que no existe, por tanto, no puede ser pensado. Lo que no es equivale a lo que no puede ser85. El pensar, voitv, ha aparecido ya, ahora aparece la facultad de pensar, vóo:, la mente, como traduce Gómez-Lobo: «observa empero las cosas que, aunque ausentes, están firmemente presentes para la men­ te» 86. Ausente y presente parecen ser metáforas para el conocimiento humano. Lo ausente para el conocimiento, seguramente, sensible, está 82. Fragmento 2, 3 y 5. 83. A. Gómez-íLobo, o . c ., 68. 84. Fragmento 3. 85. A. Gómez-Lobo, o . c ., 74. 86. Fragmento 4, 1. 3

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