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EL NACIMIENTO DE LA CIENCIA 187 realidad es la contradicción, pues la condición de la naturaleza, la <pÓ3t<;, es ser una componenda, como dice García Calvo, entre dos componentes incompatibles: la idea de la cosa y aquello que está por debajo de las ideas de las cosas. La realidad necesita un ingrediente más, que la naturaleza muestre esa cohesión sin la que todo se desparramaría: el movimiento75. El es el único medio de que la contradicción se manifieste (y oculte) bajo for­ ma de realidad, como dice bellamente García Calvo. Un nombre de la razón es 'fuego ’ 79, no el fuego como 'principio’ o como 'elemento’ (eso es razón privada, creencia, opinión), sino el nombre que se da ella cuando se mira, entrando en contradicción consigo misma, mucho más que el inicio de una cosmología heraclita. ¿Tiempo, sucesión? Instan­ taneidad: «y las cosas todas las timonea el rayo» 11. No hay un proceso con un 'antes’ y un 'después’ , además de un 'ahora’ ; se niega la idea­ ción habitual del tiempo, emparentada con una conciencia de quien al moverse a sí mismo percibe su propio movimiento, sino una simulta­ neidad y sucesividad que se da a la vez, en operación dialéctica 78. Se­ ría razón propia la de un mortal que idea el tiempo desde su propia condición de mortal que le cierra sobre sí, para luego enseguida dejar paso a otro. Así, pues, ¿qué es tiempo? Terminaré estas apretadas páginas con las siguientes extrañas y be­ llísimas palabras del Tenebroso: «tal como revoltijo de cosas echadas al azar es el más hermoso revoltijo, así el mundo» 79. Ha aparecido ya en nuestro horizonte otra luz. La primera fue la del principiar, y comenzamos una aventura en su búsqueda. Ahora sur­ ge ante nosotros razón, razón que produce todas las cosas del mundo y razón que en nosotros parte en busca de las razones de cualquier prin­ cipiar y de todo continuar de algún proceso. Razón que es la nuestra y que es el instrumento con el que buscamos con razones las funciones y las maneras de todas las cosas. Descubrimos antes que algo es prin­ cipio y elemento de todas las cosas del todo, que el mundo es cosmos, que tiene ordenación desde un principio y que esa ordenación se des­ parrama en el tiempo porque es procesual. Descubrimos ahoraque to­ do decir es decir de razón, que todo decir sobrepasa el terrenode lo 'decir-por-decir’, puesto que es lenguaje y es también un 'decir-algo- 75. Cfr. GC 71 (DK 22 B 125). 76. Cfr. GC 74, 75, 76, 77, 80 y 81 (DK 22 B 90, 65, 31, 76, 66 y 30). 77. H ipólito , Ref. IX 10, en GC 84 (DK 22 B 64). 78. Cfr. sobre todo el texto de H ipólito , Ref. IX 9, en GC 85 (DK 22 B 52). 79. T eofrasto , Metafísica 15, en GC 82 (DK 22 B 124).

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