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186 ALFONSO PEREZ DE LABORDA Frente a los saberes de la ciencia y de los mitos, ¿cuál es, pues, el buen juicio, el buen modo de pensar? «E s buen juicio saber de lo in­ teligente sólo, y aquello que era gobernar todas las cosas por medio de todas» 67. Como comenta García Calvo 68, este saber es un saber en ejer­ cicio, un buscar entender lo inteligente, en donde se supone que se identifica el entendimiento de los hombres con el entendimiento que se ejercita en las cosas; esta identificación queda maltratada por cual­ quier creencia o saber particular que proceda de una razón o un pensa­ miento que no es más que privado. «Lo inteligente está separado de las cosas todas» 69. La razón no se confunde con nuestro ejercicio de la razón, está apartada y fuera de las razones, de la misma manera que, aunque rige todas las cosas, está apar­ tada y fuera de todas las cosas. Hay una contradicción entre ese 'estar fuera’ y ese 'estar dentro’, pues la razón está en todas las razones, pero en ninguna de las razones puede estar la razón: la razón está en todo, a la vez que está fuera de todo. Hay aquí guerra 70 oprincipio decon­ tradicción, y es este principio de contradicción elque todo lo rige, el que rige todos los procesos por los que todas las cosas vienena ser y se transforman unas en otras: «correlaciones, nocionesenteras y a la vez no enteras: 'coincidente’/ 'diferente’, 'consonante’/'disonante’, y lo mismo 'de todas las cosas, una sola’ que también 'de una sola, todas las cosas’» 71. Contradicción, oposición dialéctica, contraposición; esto es lo que se da siempre en toda relación, pues en ella siempre es la pro­ pia relación la que tiene entidad, además de unidad. Pero, a la vez, en uno está lo múltiple, la unidad implica multiplicidades. «Camino arri­ ba, camino abajo, uno solo y el mismo» <2. «Pues en uno son principio y fin en contorno de redondel» r¿. «E n unos mismos ríos entramos y no entramos, estamos y no estamos» 74. No se trata de la doctrina del fluir perpetuo [ tjívt a psE) como se ha entendido tantas veces, siguien­ do a Simplicio, como si lo que la razón revelara fuera la mera fluidez continua de todo lo real, sino que lo que la razón desea revelar en la 67. Diógenes Laercio IX 1, enGC 25 (DK 22 B 41): Ioti yáp ev xó oocpóv ircta- xáodai Yvú)[i7jv, ó zkrj Ixupépvrjoe TCavxa ?ká tovtoív. 68. Cfr. A. García Calvo, o . c., 86-87. 69. E stobeo , Flor. III 1, 174, en GC 40 (DK 22 B 108). 70. Cfr. GC 44 y 45 (DK 22 B 80 y 53). 71. P s - í A ristóteles , Del mundo 5, 396b, en GC 46 (DK 22 B 10). Cfr. GC 47 y 48 (DK 22 B 50 y 67). 72. H ipólito , Ref. IX 10, en GC 60 (DK 22 B 60). 73. P orfirio , Cuestiones hom éricas al 200, en GC 61 (DK 22 B 103). 74. En GC 63, véase su largo comentario y justificación en pp. 184-189.

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