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EL NACIMIENTO DE LA CIENCIA 183 oírla: pues, produciéndose todas las cosas según esta razón, parecen como faltos de experiencia, teniendo experiencia así de palabras como de obras tales como las que yo voy contando, distinguiendo según su modo de ser cosa por cosa y explicando qué hay con ella. En cuanto a los otros hombres, les pasa desapercibido todo lo que estando des­ piertos hacen, tal como se olvidan de todo lo que durmiendo»49. Todas las cosas se producen (del verbo 7Í yvo | agu ) por el lógos. Este mismo lógos es el que sirve para distinguir el modo de ser (zaxa cp'jotv) de cada cosa y para explicarla. Esa razón es a la vez la que se da en todos los procesos reales y la que habla en el libro de Herácrito. Con ella es con la que los hombres se tropiezan a cada paso. Tal razón es la que debe darse de consuno — como dice García Calvo— en la realidad y en nuestro razonamiento sobre ella. Ese lógos «no es otra cosa que lenguaje (si el lenguaje puede mencionarse a sí mismo sin con­ vertirse en otra cosa), y por tanto a la vez ordenación, por oposiciones y correlaciones, y a la vez actividad de habla lógica, razón racioci- 50 nante» . Las operaciones de la razón van a ser dos, ambas en contradicción: distinguir lo uno de lo otro y descubrir que lo uno era lo otro. Los ejercicios de la razón, las razones, están privadas de razón, pues la ra­ zón está aparte de todas las cosas: «de cuantos he oído razones, nin­ guno llega hasta tanto como reconocer que lo inteligente ( o ti oocpóv) está separado de las cosas todas»51. Las cosas están regidas por la ra­ zón, pero ella está aparte de todas las cosas, incluso está aparte de las ideas de los hombres, producto también de la razón. Las razones es­ tán, pues, privadas de razón, en cuanto que quieren privatizarla, que no quieren reconocer que la razón está aparte y fuera de todas las ra­ zones. Estando la razón metida en todo, está fuera de todo. La rea­ lidad, la cpús'.c, no se nos impone por sí misma, al contrario «gusta de esconderse» 52, pues está producida por razón, no nos viene dada 'en la práctica o de hecho’ , sino que nos es dada Me palabra o en ra­ zones’ ; la realidad no es previa y ajena a toda palabra, como algo que está por debajo de las palabras, que es anterior a todo lenguaje. A l ape­ lar a este 'de hecho’ se toma por verdadero lo que sólo es apariencia. Como interpreta García Calvo, «por debajo de las cosas están las pa- 49. S exto E m pírico , Contra los matemáticos VII 132, en GC 1 (DK 22 B 1). 50. A. G arcía C alvo , o . c ., 34. 51. E stobeo , Florilegio III 1, 174, en GC 40 (DK 22 B 108). 52. T em istio , Discursos V 69ab, en GC 35 (DK 22 B 123).

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