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EL NACIMIENTO DE LA CIENCIA 1 8 1 vado quien alguna vez había sido su compañero»41. Pero, desgraciada­ mente para la comunidad pitagórica, también hubo traidores que die­ ron a conocer otro gran secreto de los pitagóricos, el de la construcción de figuras regulares. Pero éste pereció ahogado en el m ar42. Sea lo que fuere de estos descubrimientos por los primeros pita­ góricos, lo que sí me parece cierto es el interés de su principiar del cos­ mos, al decir que «las cosas existen 'por imitación’ (¡cjieau) de los nú­ meros» 43. De nuevo aquí nos encontramos frente a algo muy impor­ tante: un problema. Este problema lo plantea así Aristóteles: «Tampoco se ha explicado de cuál de las dos maneras son los Números causas de las substancias y del ser, si como límites (como los puntos son límites de las magnitudes, y de la manera en que Éurito señalaba el número de cada cosa; tal número, por ejemplo, era el del hombre, y tal otro, el del caballo, imitando con las piedrecillas las formas de los seres vivos, del mismo modo que imitan el triángulo y el cuadrilá­ tero los que reducen los números a las figuras) o porque el acorde mu­ sical es una relación numérica, y lo mismo también el hombre y cada una de las demás cosas. Pero ¿cómo son números las afecciones, por ejemplo lo blanco, lo dulce o lo caliente?»44. Música. Números. No estamos lejos de la música celestial de Ke- pler. E l principiar de todo es el número, sus relaciones, sus armonías, que se hacen armonía musical. ¿Cuál será, pues, el orden de los cie­ los? Aunque ni Pitágoras ni los primeros patagónicos lo hayan dicho, la conclusión es obvia45. Por último, también «parece que los pitagóricos han dicho que el vacío (xevóv) ex iste»46. Es necesario para construir figuras y con­ figuración de números desde la unidad, la piedrecilla con la que, uti­ lizando repetidas unidades todas iguales, se constituyen. 41. J ámblico , Vida de Pitágoras XXXIV 246, en G I 363 (DK 18 4). 42. P apo y J ámblico , en G I 362 y 364. 43. A ristóteles , Met. 987b, en G I 360 (DK 58 B 12). 44. A ristóteles , Met. 1092b, según la traducciónde Valentín GarcíaYebra. 45. Cfr. A ristóteles , Del cielo 290b (DK 58B 35) y las notas deMaria Tim­ panaro Cardini en voJ. III, 198-202. 46. A r is t ó t e le s , F í s , 213b> en G I 370 (DK 58 B 30).

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