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178 ALFONSO PEREZ DE JLABORDA Punteando en G, GD constituye los 3/4 de CD; haciendo vibrar aho­ ra AB y GD, la relación de longitudes es AB/GD = 4/3, producién­ dose el intervalo de cuarta. Los intervalos de octava, de quinta y de cuarta son la base de todos los acordes musicales producidos por la lira griega de siete cuerdas. Así, pues, en la base de todos los acordes musicales —porque cual­ quier otro acorde termina teniendo relación numérica— hay relación entre números. Además, el principiar musical mismo tiene su relación explícita, tiene su explicación en el propio principiar de los números enteros. Son relaciones entre los números 1, 2, 3 y 4. En la música todo sale de renovadas complicaciones de esos acordes básicos. En la aritmética todo sale de renovadas complicaciones de esos números bá­ sicos. Para colmo, 1 + 2 + 3 + 4 = 10. Nos aparece así el sagrado nú­ meros de los pitagóricos, la tetractys. Número admirable, base de toda numeración, número divino como ningún otro. Hasta ahora la ordenación del cosmos —si es que los milesios ha­ blaron de tal manera, pues Aecio nos dice 37 que fue Pitágoras el pri­ mero que llamó cosmos al conjunto de todas las cosas, por el orden que en él reina— se ha dado en el principio, con proceso de ida desde él a todas las cosas y de vuelta de todas ellas hasta el principio. Era, sim­ plemente, una ordenación principial, quedando desordenado, si así pue­ de decirse, todo el proceso. Con los pitagóricos la ordenación del cos­ mos se hace obvia y férrea en cuanto que responde a la ordenación aritmética y geométrica de los números. «Creyeron (los primeros pitagóricos) que los principios de ellas (las matemáticas) eran principios de todas las cosas existentes». De estos principios los primeros son los números, por lo que creyeron poder ver semejanzas entre los números y las cosas («tras ver en los números las propiedades y relaciones de la escala musical»), y puesto que las cosas parecían asemejarse a las cosas en su naturaleza (en su 'física’) y los números son los primeros de toda la naturaleza, «supusieron que los elementos de los números eran los elementos de todas las cosas exis­ tentes, y que todo el cielo era armonía y número». Hay semejanza en la naturaleza misma. Las armonías, concordancias y relaciones en los números significan armonías, concordancias y relaciones en la natura­ leza misma de las cosas todas. El ordenamiento de los números se hace ordenamiento cósmico. Según Aristóteles, por tanto, los pitagóricos vie- 37. A ecio , II 1, 1 (DK 14 A 21).

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