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96 JESUS ALONSO GUERRERO debería decir más bien que utiliza tales categorías sin nombrarlas y con las debidas precauciones metodológicas, es decir, distinguiendo y rela­ cionando adecuadamente lo sociológico y lo teológico? ¿El uso de algu­ na expresión de redolencia marxista es suficiente para tildar de reduc­ cionista una elaboración cristológica que se esfuerza en todo momento por evitar el reduccionismo? En resumen, la cristología de Sobrino revaloriza al Jesús histórico en su calidad de Hijo de Dios, presupone que la experiencia subjetiva del Padre por parte de Jesús está mediada por su vida histórica y postu­ la la posibilidad y necesidad de recrear, en el prosegumiento, las estruc­ turas fundamentales de la vida de Jesús. La Teología de la liberación necesitaba verdaderamente una cristología como la de Sobrino, históri­ camente vigorosa y epistemológicamente rigurosa. Jesús Alfonso GUERRERO

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