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66 JESUS ALONSO GUERRERO en sí misma, sino en relación a alguien que le da sentido. Pero precisa­ mente porque su referencia es a un determinado Dios y no a cualquier divinidad, la ex-sistencia es proexistencia. Ese ser para otros y la con­ vicción de que en eso se corresponde a Dios es la experiencia funda­ mental de Jesús»78. Desde la historia de la fe de Jesús se descubre que la relación funda­ mental de Jesús no es con el Logos eterno sino con el Padre: «Lo que constituye la esencia de su persona es la relacionalidad con el Padre»79. Se trata de pensar la divinidad de Jesús no tanto en términos ónticos (unión personal de la naturaleza humana de Jesús con la persona divina del Logos), sino en términos relaciónales: «La divinidad de Jesús con­ siste en su relación concreta con el Padre. En ese modo de relacionarse con el Padre, único, peculiar e irrepetible consiste su modo concreto de participar de la divinidad»80. Esta afirmación tiene dos consecuen­ cias para la comprensión de Jesús y de la existencia cristiana: 1) la categoría de relación permite una concepción dinámica y evolutiva de la filiación de Jesús: la relación de Jesús hacia el Padre es la historia de esa relación; 2) Jesús no revela propiamente al Padre sino al Hijo: «Lo que propiamente revela Jesús es al Hijo. Y si consideramos a Jesús como su historia concreta, lo que revela Jesús es el camino del Hijo, el camino de hacerse hijo de Dios. Jesús no es por lo tanto en sentido estricto la revelación del misterio absoluto, sino la revelación de cómo se corresponde a ese misterio absoluto, en confianza y obediencia a la misión del reino»81. Según el NT, Jesús es el primogénito entre muchos hermanos (cf. Rm 8, 29). Ser primogénito significa ser el primer hijo, pero también ser el primer hermano. Sistemáticamente se debe afirmar que a la divi­ nidad de Jesús le corresponde tanto la filiación (ser Hijo) como la her­ mandad (ser hermano). Jesús es Hijo de Dios y hermano mayor nues­ tro. Por ser hermano mayor, Jesús conduce al Padre. A la divinidad de Jesús corresponde mostrar, posibilitar y realizar el camino hacia el Pa­ dre: «Si el camino de Jesús, es decir, si la revelación del camino del Hijo fuese incapaz de incorporar a otros en ese camino, entonces Jesús 78. JAL 201. 79. CAL 78-79. 80. CAL 79. 81. Ibid.

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