PS_NyG_1987v034n001p0027_0096
64 JESUS ALONSO GUERRERO al reino comporta tanto lo que pensaba Jesús de sí mismo con relación al reino como la importancia decisiva de su persona en referencia al comienzo del reino. Jesús es consciente de que con su persona se acerca el reino de Dios y que este reino es acercamiento en poder de la salva ción. Jesús predica que el reino de Dios está cerca y, sobre todo, pone los signos de su acercamiento: expulsión de demonios, comida con publícanos, perdón de los pecados. La novedad y el escándalo de la comida con los publícanos descubren la peculiar conciencia de Jesús respecto al reino de Dios. La novedad y el escándalo de la comida con los publícanos descubren la peculiar conciencia de Jesús respecto al reino de Dios. Lo mismo sucede con las parábolas y con el compararse con personajes del AT. Jesús se presenta no sólo como un piadoso hebreo cumplidor de la Ley sino como hermeneuta de la misma: «ha béis oído... pero yo os digo». A diferencia del «así dice Yahvé...» de los profetas, Jesús dice: «en verdad, en verdad os digo». Ningún profeta había hablado con la autoridad de Jesús. Jesús sabe que la aceptación o el rechazo de su persona significa salvación o condenación definitiva. El seguimiento es servicio al reino, pero éste —sobre todo en la segun da etapa de su vida— no se puede entender sin referencia a su persona. Para Jesús es claro que la cercanía del reino se da a través de su perso na: «Es la persona concreta de Jesús la que va determinando qué es el reino y cómo se accede a él. Si antes estudiamos la figura de Jesús a partir de las tradiciones del reino, ahora aparece que lo que sea real mente el reino va a depender de Jesús... La cercanía de Dios aparece con Jesús y su predicación en forma nueva, única e insuperable»74. La conciencia con respecto al Padre tiene dos dimensiones: la con fianza y la obediencia a su voluntad. La confianza aparece en la expre sión «Abba», que, como expresión dirigida a Dios, era infrecuente. Exegéticamente, la expresión es indiscutida. «La expresión muestra una relación de exclusividad de Jesús hacia el Padre en un doble sentido: 1) Jesús vive sólo del Padre: ‘que no sea lo que yo quiero sino lo que tú quieres’ (Me 14, 36) y 2) esa relación de Jesús con el Padre es diferente a la de los demás hombres. En los evangelios aparece con frecuencia la distinción en boca de Jesús entre ‘mi’ Padre y ‘vuestro’ Padre, a excep ción de Mt 6, 9 cuando Jesús enseña a orar a sus discípulos como 74. CAL 52-53.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz