PS_NyG_1987v034n001p0027_0096

60 JESUS ALONSO GUERRERO Para el NT, Dios se manifiesta a Jesús y en Jesús. Al Dios de Jesús y en Jesús lo descubrimos a partir de la fe de Jesús y en el rehacer en nuestra historia la estructura fundamental de esa fe como respuesta a la revelación de Dios. El análisis de la realidad de Dios desde Jesús tiene dos sentidos: el histórico y el creyente. En el primer sentido, se conside­ ra a Jesús como figura histórica al estilo de Moisés y Jeremías: «Se trata, en este caso, de comprender quién es Dios para Jesús y analizar históricamente cómo aparece ese Dios en el mediador y sus mediacio­ nes. Este análisis del Jesús histórico debe tener en cuenta tanto las nociones que Jesús tiene de Dios como, sobre todo, su praxis y destino, que muestran la realidad concreta de esas nociones»64. El sentido cre­ yente consiste en la consideración de Jesús como partícipe de la reali­ dad íntima de Dios a la manera de Hijo: «En esa reflexión se capta y acepta la normatividad fundamental del mediador y sus mediaciones. De esta forma el Padre de Jesús, a través del camino del Hijo y en la historia que desencadena el Espíritu, se convierte en Dios para nosotros. No se trata aquí solamente de saber quién era Dios para Jesús, de la misma manera que se puede saber quién fue Dios para Moisés, sino saberse desde Jesús en la primigenia relación con el Padre, dentro de la cual relación se sabrá quién es Dios, en qué sentido es un Dios de vida, cómo se da esa vida; qué relación existe entre dar vida y dar la propia vida, etc.»65. 1. La f e de Jesús La carta a los Hebreos considera a Jesús como el primero de los creyentes. La fe de Jesús tiene dos dimensiones: confianza (en Dios) y fidelidad (a Dios y a la misión). Jesús está siempre atento a auscultar la voluntad de Dios para cumplirla, pero ese cumplimiento requiere un aprendizaje. Jesús aprende a obedecer, madura en su relación con Dios. Jesús tuvo que ser perfeccionado a través de la prueba, aprendió su­ friendo a obedecer y de esta forma se convirtió en guía de salvación (cf. Heb 2, 10. 18; 5, 8). En la carta a los Hebreos se afirma la fe como modo de existencia de Jesús y se afirma también la historicidad de esa fe. 64. JAL 162. 65. JAL 162.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz